La Catedral de Palma de Mallorca, situada en el litoral del Mediterráneo, es una de las principales joyas góticas de la ciudad. Ubicada en la Colina de la Seu, en el centro de Palma, la catedral gótica de estilo franco-catalán destaca por su arquitectura única y su efecto visual sorprendente. Desde su construcción en el siglo XIII se ha convertido en uno de los principales íconos turísticos de la ciudad.
Su historia se remonta a 1229, cuando Jaime I tras la conquista de Mallorca decidió levantar una modesta mezquita en la ladera de la colina de la Seu. Su construcción comenzó en 1230, y durante la siguiente centuria se fue reconstruyendo poco a poco hasta adquirir la estructura que conocemos hoy. Su interior se completó hasta el s. XVI, y desde entonces la Catedral de Palma de Mallorca ha sido testigo de muchos acontecimientos históricos.
A continuación, recorreremos la Catedral de Palma para descubrir su historia y deleitar nuestros sentidos con su hermosa arquitectura.
3La Capilla de la Virgen y La Catedral Pinares
Esta capilla fue construida en memoria de los reyes Jaime II y María de Montpellier. Está situada en la parte noroeste de la catedral, cerca del claustro, y contiene abundante decoración gótica en las paredes y arcos. El techo de esta capilla se caracteriza por sus hermosas pinturas de la virgen y los reyes. En el centro de la capilla se encuentra la estatua de María de Montpellier, una bonita expresión de la devoción religiosa de los antiguos habitantes de la ciudad. Además, es uno de los espacios más íntimos de la catedral, un lugar perfecto para reflexionar.
En el interior de la Catedral de Palma se encuentra otro edificio de gran belleza, el Pinares. Esta construcción fue levantada a principios del siglo XVI, como aula de los monjes y área de descanso. Está ubicado en la parte oeste de la catedral y es uno de los lugares más atractivos de la catedral. Está decorado con una rica gama de pinturas y esculturas, entre las que destaca una estatua de Juan el Bautista creada por el escultor Pedro Mussons en 1961.
Además, el Pinares ofrece una de las mejores vistas de la catedral desde el exterior, que queda dividida en tres terrazas. Desde estas terrazas, los turistas pueden disfrutar de una espléndida vista que abarca tres zonas de Palma: la calle San Miguel, la plaza de la Reina y la plaza de Cort.