Las últimas semanas han sido un auténtico frenesí de desprendimiento y generosidad en el seno del Banco Europeo de Inversiones (BEI). El llamado ‘Banco de la Unión Europea (UE)’ ha abierto el surtidor del dinero, firmando alegremente préstamos de nueve cifras con solo ver en el contrato las palabras ‘transición energética’ y ‘descarbonización’. Solo en España, los proyectos renovables de las grandes del sector han sido regados con cifras en ocasiones superiores a los 500 millones de euros. Sin embargo, y a tenor de los balances de la institución, esa prodigalidad se seca con las pequeñas y medianas empresas (pymes).
En 2022, la inversión total del Grupo BEI ascendió a 72.500 millones de euros, de los cuales más de la mitad, 36.500 millones de euros, se destinó a la financiación de iniciativas relacionadas con la transición de las energías fósiles a las fuentes renovables, la lucha contra el cambio climático y la reducción de la independencia energética de Europa. Sin embargo, la cantidad recibida por las pymes -y nos referimos a las pymes en conjunto, no solo las que presentaron proyectos de energía- apenas equivale al 40% de esa cantidad.
‘BANCO DE LA UE’ Y BRAZO FINANCIERO DE LOS OBJETIVOS COMUNITARIOS
El BEI se define a sí mismo como «el brazo prestamista de la UE». Considerado como la mayor institución financiera multilateral del mundo, su función es conceder financiación para proyectos que contribuyan a lograr los objetivos comunitarios, tanto dentro como fuera de la Unión, constituyéndose como uno de los mayores proveedores de financiación climática a nivel global.
Este ‘banco de la UE’ no recibe fondos de los presupuestos comunitarios, sino que se financia en los mercados de capital, concediendo préstamos en condiciones favorables a proyectos cuyo planteamiento y objetivos ayuden a cumplir las metas pactadas por los países miembros. Cerca del 90% de los créditos se conceden en la UE.
El pasado año, la institución estaba atada por el compromiso de dedicar al menos la mitad de sus recursos a la acción climática y la sostenibilidad medioambiental. Los resultados del ejercicio, hechos públicos en febrero, certificaron que había cumplido ese propósito con creces: los 36.500 millones de inversión ‘verde’ representan el 58% del total. Aproximadamente la mitad del total de fondos (el 46%) se destinó a las regiones menos desarrolladas, en sintonía con la política comunitaria de cohesión dirigida a paliar las disparidades económicas entre regiones.
LOS FONDOS QUE EL BEI CONCEDIÓ A LAS PYMES EN 2022 ASCENDIERON A 16.350 MILLONES DE EUROS, MENOS DE LA MITAD DEL TOTAL DESTINADO A LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA
Disparidad, no obstante, es lo que se desprende del montante inversor recibido por las compañías de pequeño y mediano tamaño en comparación con las grandes firmas y los estados. Los balances del BEI en 2022 registran una cantidad de 16.350 millones de euros en financiación para pymes; 20.000 millones menos que la masa crediticia concedida al total de los proyectos de transición renovable y descarbonización.
La cantidad real es menor, ya que el BEI incluyó dentro de los beneficiarios de estos fondos a las empresas de mediana capitalización (250-3.000 empleados). En el ámbito comunitario, la definición de PYME está contenida en la recomendación de la Comisión 2003/361, que expone:
«La categoría de microempresas, pequeñas y medianas empresas (pyme) está formada por empresas que emplean a menos de 250 personas y cuyo volumen de negocios anual no supera los 50 millones de euros, y/o cuyo balance anual no supera los 43 millones de euros». El ‘Banco de la UE’, por tanto, engorda el cómputo del dinero invertido en pequeñas y medianas empresas incorporando los préstamos concedidos a compañías de hasta 3.000 trabajadores.
Según los estatutos que rigen el Banco, éste se desenvuelve en el mercado como un organismo independiente; pese a que colabora con las instituciones europeas (Consejo, Parlamento y Comisión), toma sus propias decisiones de préstamo y empréstito.
UN BEI PRÓDIGO CON LOS GIGANTES
Naturgy ha sido la última de las grandes energéticas españolas en ser agraciada con la prodigalidad del BEI. La firma presidida por Francisco Reynés recibirá 700 millones de euros destinados a la digitalización de la red eléctrica y al refuerzo del sistema de suministro. El acuerdo, anunciado el miércoles 12 de octubre, engrosa la lista de colosos del sector han sido ‘regadas’ con los abundantes fondos sostenibles del Banco.
A finales del mes pasado, la institución se asoció con el Banco Santander y otras financieras para inundar de liquidez los proyectos de energías renovables de Bruc y Solaria. El montante que recibirán ambas empresas para el desarrollo de instalaciones eólicas y solares excede los 2.000 millones de euros.
Un par de semanas después, fue Cepsa la compañía con el boleto premiado: 150 ‘kilos’, cortesía del BEI, para equipar su red de estaciones de servicio con 1.800 cargadores ultrarrápidos de vehículos eléctricos.