Durante los últimos años, el concepto de alimentación sostenible ha recibido una cantidad significativa de atención por parte tanto de gobiernos como de ciudadanos comunes. Se trata de una forma de alimentación enfocada en el bienestar ambiental del planeta. El simple hecho de cada uno de nosotros al establecer los hábitos alimentarios que adoptamos es capaz de aportar algo positivo al medio ambiente.
Sin embargo, resulta difícil decidir qué cambios son los mejores para abordar una alimentación sostenible. Cuestiones como ciertos procesos energéticamente costosos, la certificación de productos, las recomendaciones dietéticas, y la provisión de alimentos locales saludables, pueden ser particularmente difíciles de analizar. Aproximarse con cautela a la selección de opciones de comida sostenibles, puede ofrecer enfoques prácticos casi en cualquier presupuesto.
8Consuma alimentos ricos en proteínas sin carne
Una de las dificultades al limitar el consumo de carne es obtener suficientes proteínas. Existen numerosas fuentes alternativas de proteínas que no son: los granos enteros, que incluyen avena, trigo y arroz; los lácteos como la leche, el yogur y el queso; y los huevos. El frijol, la soja y los productos derivados son fuentes importantes de proteínas vegetales.
Muchas nueces y semillas son ricas en proteínas y grasas saludables. Las nueces son una buena opción, especialmente los almendras. El aceite de oliva, los aguacates y los frutos secos son ricos en grasas saludables y proteínas. El pescado también es una buena alternativa y contiene importantes nutrientes para la salud. Estas alternativas son bajas en calorías y reducen el impacto ambiental general, ya que son generalmente producidos de manera sostenible.