Los españoles no serán quienes saneen la economía de Mark Zuckerberg y estarán entre los usuarios más reacios a pagar por tenen sus cuentas premium de Facebook e Instragram sin publicidad. El dueño de Meta ha decidido seguir los pasos de Elon Musk y comenzar a cobrar 13 euros al mes por tener un cuenta de Instagram o Facebook sin anuncios y sin contenido publicitario. La promesa del gratis total de las redes se ha roto, y en España no gusta pagar por lo que se ha tenido a cambio de nada.
Ya con el cobro impuesto por Twitter se ha comprobado que nuestro país no cae masivamente en la trampa de pagar por evitar la publicidad o poder escribir algo más, salvo que profesional o comercialmente resulte rentable. A inicios del pasado mes de febrero se habilitó en España la suscripción de Twitter Blue, a un precio de ocho euros al mes (siete euros si se adquiere la suscripción anual), y 11 euros si la adquisición se hace a través de la aplicación, debido a las comisiones de Apple y Google. Ambos multimillonarios de la tecnología han decidido que se acabó la fiesta, y el gratis total de sus redes.
Meta busca alienarse con los requerimientos de la Ley de Servicios Digitales (DSA) de bruselas, que prohíbe a las plataformas presentar anuncios basados en el uso de datos personales
Meta busca alienarse así con los requerimientos que le impone la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la Unión Europea, que ha entrado en vigor a finales de este mismo mes de agosto. La Ley prohíbe a las plataformas presentar anuncios basados en el uso de datos personales, en especial de los menores. Esta manera de insertar publicidad ha sido la mayor fuente de ingresos de Meta a través de sus redes sociales desde que comenzó su andadura con un Facebook que albergaba campañas publicitarias en 2006, cuando lanzó los primeros «Flyers», un formato publicitario que partía de los 5 dólares de precio en adelante.
Puede ser el fin de Facebook en Europa, porque el rango de edad de sus usuarios tiene prioridades en cuanto a gastos en materia de comunicación, muy diferentes a los de la gente de menor edad. Antes, preferirán utilizar WhasApp, o cualquier otra red que sea gratuita. Quizá Instagram sí que tenga un futuro como red «de pago», porque su volumen de negocio supera el de la propia red y se trastada a las y los muchos usuarios que tienen establecido su negocio a través de la plataforma como influencers, que venden cualquier producto mostrado en su perfil.
LA FUENTE DE INGRESOS DE META
Sus extraordinarios ingresos publicitarios, ante la nueva legislación, se iban a ver claramente resentidos. Así, el equipo de Meta ha trabajado para diseñar una fuente de ingresos que le permita cumplir con la Ley europea, por la que deberá solicitar el consentimiento de los usuarios para mostrar esos anuncios personalizados que tanto nos persiguen en sus redes. Además, parecen siempre sabér qué nos interesa, qué deseamos y qué necesitamos en función de nuestra edad, nuestro sexo y nuestra ubicación.
el equipo de Meta ha diseñado una fuente de ingresos que le permita cumplir con la Ley europea, por la que debería solicitar el consentimiento de los usuarios para mostrar anuncios personalizados
La compañia de Menlo Park, en California, ya avisó hace aproximadamente un mes de que estaba preparando una opción de pago para el uso de sus redes sociales, que consiguiera no mermar ni un solo dólar o euro los ingresos a los que están acostumbrados. La tecnológica así cumple los requisitos legales comunitarios y se une a la forma de ofrecer sus contenidos y servicios, como van a hacer también las plataformas de streaming de contenido audiovisual; dar la opción de pagar una cuota mayor si se quiere disfrutar de sus servicios sin contenido publicitario alguno.
Sin embargo, la gratuidad de las cuentas y perfiles de Instagram y de Facebook va a continuar siendo una opción en los 27 países de la UE. Según ha publicado Wall Street Journal, la idea de los responsables de Meta es cobrar unos 10,50 dólares (10 euros) al mes por utilizar la cuenta, tanto de Facebook como de Instragram, en su versión de Escritorio, a los que se sumaría unos seis euros por cada cuenta adicional vinculada.
Las cuotas serán más caras para los smartphones, cuyo precio de suscripción sin anuncios alcanzaría los 13 euros al mes, porque deben contar con las comisiones que se quedan las tiendas de aplicaciones, principalmente la de Apple, que cobra un 15% por cualquier app que se descargue en su sistema operativo.
LEYES QUE CAMBIARÁN FACEBOOK
Además de la Ley de Servicios Digitales, el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea impide a empresas como Meta obtener tantos datos como les gustaría acerca de los millones de usuarios y usuarias que utilizamos sus plataformas. Cabe recordar que en mayo ya tuvo que pagar una multa de 1.200 millones de euros porque se había saltado las leyes europeas que cuidan nuestra privacidad. Tras acumular datos de ciudadanas y ciudadanos europeos, los había transferido a Estados Unidos, algo que cualquier empresa o multinacional tiene absolutamente prohibido hacer.
va a ser un manifiesto incumplimiento de la promesa que Zuckenberg hizo en su día de que sus resdes sociales nunca iban a ser de pago
Al pantearse la creación de un «muro de pago», dan a los usuarios la posibilidad de que su actividad no sirva para recibir publicidad personalizada, y evitar que sus datos personales puedan utilizarse para generar más ingresos con sus perfiles. La decisión se ha tomado tras haber mantenido reuniones con reguladores de la privacidad de Irlanda, responsables del departamento de Competencia Digital de Bruselas, y con los de privacidad de la Unión Europea. A todos les han contado su plan; el llamado suscripción sin publicidad (SNA), que va a ser un manifiesto incumplimiento de la promesa que Zuckenberg hizo en su día de que sus resdes sociales nunca iban a ser de pago.
A su compañero en la aventura como multimillonario responsable de empresas tecnológicas, Elon Musk, no le dolió decidir que la emblemática enseña azul, que servía de verificador de la identidad de las cuentas del antiguo Twitter, pasara a no servir como verificadora, pero si como marca de estatus económico, porque para obtenerla hay que pagar desde hace apenas ocho meses ocho euros al mes a la plataforma ahora llamada X.