Desde hace más de 9.000 años, los pintores prehistóricos españoles se jactan de tener algunos de los más espectaculares y más antiguos ejemplos de arte rupestre. Esta historia artística amatoria comenzó en la Cueva de Altamira, una de las cavidades más famosas del continente europeo, situada en la comarca minera de El Bierzo, en la provincia de León, España. Esta galería oculta del arte rupestre prehistórico alberga algunas de las creaciones más famosas y bellas de la época, suponiendo un lugar inigualable de estudio de la cultura y el arte humano.
En esta cueva se han descubierto numerosas pinturas rupestres y grabados datados desde cerca de 22000 a.C. Estas obras maestras están hechas principalmente con colores naturales, como el negro, el rojo y los tonos amarillos, blancos y marrones, y muestran la creatividad de los hombres prehistóricos a través de la realización de detalladas imágenes de su vida y las formas en que socializaban. La mayoría de estas obras representan animales domésticos y salvajes, además de una variedad de plantas, mientras que algunas también abarcan los límites de la imaginación de los pintores rústicos.
3La influencia de los descubrimiento de Altamira en el arte prehistórico
Durante la Edad de Piedra, la gente pintaba en las paredes interiores de sus muchas cuevas con figuras de animales, seres humanos, abstractos y rituales. Estas pinturas, inicialmente descubiertas en la Cueva de Altamira, cambiaron la forma en que el arte prehistórico fue apreciado y asimilado por la cultura moderna.
Por primera vez estamos viendo la forma en que nuestros ancestros percibían el mundo, y muchos años después, la influenza de estas obras de arte se sigue manifestando. En Europa, Estados Unidos y América Latina, el arte prehistórico sigue siendo una fuente de inspiración para los pintores de nuestro tiempo. Los pintores también han hecho que el arte prehistórico sea un tópico del interés público, con obras de grandes artistas como Picasso, Dalí y otros.
