En los últimos años, España ha apostado fuerte por la energía eólica como una opción segura para reducir su dependencia de los combustibles fósiles. La energía sostenible se ha convertido en una de las principales fuentes de energía renovable en el país, con una capacidad instalada de más de 24.000 megavatios (MW) al final de 2019.
Este aumento de la energía eólica se ha visto reforzado por el apoyo de la política energética española, que ha destinado fondos para el desarrollo de proyectos eólicos en todo el país. Los incentivos fiscales y la creación de un marco regulatorio estable han contribuido a una mayor inversión en energía eólica, lo que ha permitido a España alcanzar una producción de energía sostenible récord en 2019.
A pesar de los avances en energía eólica, España todavía depende en gran medida de los combustibles fósiles para satisfacer sus necesidades energéticas. La energía sostenible todavía representa menos del 20% de la producción total de energía en el país, lo que significa que todavía hay un largo camino por recorrer para lograr la independencia energética de España. Sin embargo, el crecimiento de la energía eólica en el país es una señal positiva de que España está avanzando hacia un futuro más limpio y sostenible.