La dieta sin azúcar consiste en reducir drásticamente o excluir el consumo de azúcar en la alimentación, para lograr una alimentación más saludable. Reduce el consumo de alimentos ricos en azúcares incluido los edulcorantes artificiales como la sacarina y aspartamo. Esta dieta es sencilla, pero requiere dedicación, constancia y seguimiento médico para evitar el efecto rebote que produce el exceso de azúcar en el torrente sanguíneo. Por lo general, esta dieta es muy bien recibida por los especialistas en nutrición y medicina. Es una forma simple de alcanzar una buena salud, un peso saludable y evitar problemas relacionados con el aporte de grasas al organismo.
En la dieta sin azúcar, los alimentos a evitar son los alimentos industrializados y de fácil preparación, los refrescos tradicionales, los edulcorantes artificiales y los alimentos ricos en harinas procesadas y en aceites refinados. Estos alimentos están cargados de azúcar, lo que los hace perjudiciales para la salud si se abusa de ellos. Es deseable tomar alimentos naturales como frutas, verduras y alimentos ricos en proteínas como la carne, el pescado y los huevos. Las frutas son los alimentos fuentes de azúcar natural, así como también de fibras, vitaminas, minerales y antioxidantes. Estos alimentos son muy recomendables para una alimentación sana y equilibrada.
1Consecuencias del consumo excesivo de azúcar
El consumo excesivo de azúcar es un problema serio que afecta la salud. El exceso de azúcares en la alimentación provoca aumento de peso, diabetes, fatiga, ansiedad, enfermedades del corazón, depresión y problemas en los huesos y articulaciones. Estos problemas pueden ser prevenidos o al menos controlados con una dieta balanceada y exagerar el consumo de azúcares y harinas refinadas. Reducir el azúcar evita el desequilibrio de los órganos y el aumento de las posibles complicaciones de la salud.
Absorber demasiado azúcar provoca que el cuerpo acumule grasas alrededor de los órganos como el hígado, los riñones y los intestinos. Esto desencadena problemas como la hipertensión, la ateroesclerosis y otros problemas cardiovasculares. También aumenta la acidez del cuerpo, lo que puede causar una serie de enfermedades. La natación, la ciclismo y otras actividades aeróbicas son muy recomendables para compensar el exceso de azúcar.