Es ampliamente conocido que el café tiene numerosos beneficios, pero la temperatura a la que lo consumes puede potenciar aún más sus propiedades. Afortunadamente, los amantes de esta bebida centenaria pueden disfrutar de sus beneficios incluso en su versión fría. El café frío proporciona la misma energía revitalizante que una taza caliente, lo cual es una gran noticia para aquellos que disfrutan de esta bebida refrescante durante el verano. Además, existen numerosas variedades de café frío, al igual que en su versión caliente, como el espresso, macchiato, cappuccino y descafeinado.
8LA PROPORCIÓN ADECUADA
Luego, mezcla el café molido y el agua. Vierte cuatro tazas de agua en una jarra y agrega el café. Si deseas un café de intensidad normal, añade media taza de café molido, para conseguir proporción de café a agua de 1:8. Si prefieres una infusión más fuerte, puedes agregar hasta una taza de café molido. Utiliza una cuchara o espátula para mezclar el café y el agua y comenzar el proceso de preparación.
A continuación, refrigera la mezcla durante 12 a 15 horas para que se procese adecuadamente. Puedes prepararla por la tarde, colocarla en el refrigerador y estará lista para disfrutar a la mañana siguiente. Una vez transcurrido el tiempo de reposo, filtra la mezcla de café y agua utilizando un colador fino cubierto con una tela de algodón o un paño de quesos, esto ayudará a eliminar cualquier partícula suelta y obtener un café más limpio y suave. ¡Y listo! Ahora tienes un delicioso café preparado en frío listo para disfrutar.