La depresión es uno de los trastornos psicológicos más comunes a día de hoy. La OMS estima que el 5% de los adultos en todo el mundo padece este problema. Pues bien, puede que te sorprenda saber que los perros también pueden padecer esta enfermedad.
Como es lógico, existen importantes diferencias entre la manera en que un ser humano afronta una depresión y la forma en que lo hace un perro. Pero también encontramos síntomas muy similares; no hay que olvidar que personas y canes nos parecemos mucho más de lo que creemos.
2Causas comunes de depresión en el perro
Los seres humanos podemos caer en depresión por múltiples razones: un ambiente hostil, problemas económicos, ausencia de afecto, hechos traumáticos, la pérdida de algún familiar, sedentarismo, falta de ilusión… Con los perros ocurre exactamente lo mismo.
Uno de los motivos más comunes es el aburrimiento o falta de motivación en su día a día. Mientras los humanos nos encargamos del trabajo, las tareas de casa, salimos con nuestros amigos o vemos la televisión, los perros tienen otras necesidades de ocio. Estas se resumen en juegos y actividades al aire libre, pues suponen retos físicos y mentales imprescindibles en su día a día.
La soledad también afecta enormemente a los perros, algo que sufren a menudo debido a nuestro acelerado ritmo de vida marcado por las obligaciones laborales y sociales. Pensemos que son animales de manada y que pueden estresarse si se sienten solos mucho tiempo.
Los cambios en la unidad familiar también son un factor determinante. Una separación, por ejemplo, puede llevar a un perro a sentir un fuerte desconcierto que derive en tristeza y estrés. Asimismo, la llegada de un nuevo miembro a la familia también puede ocasionar este efecto, así como la incorporación de una nueva mascota. Es fundamental, en este caso, que no se sienta reemplazado.
Otro motivo común de depresión en los perros es la pérdida de un familiar. Si bien no tienen el mismo concepto de la muerte que nosotros, los canes también sufren la desaparición de los suyos. Recordemos, una vez más, su alta sensibilidad y empatía.
Y hablando de empatía, un ambiente hostil, conflictivo o triste también les hace sufrir hasta el punto de caer en una depresión. Estos animales son capaces de captar, con una extraordinaria eficacia, las emociones de las personas y animales que se encuentran a su alrededor. Si alguien en casa sufre algún problema de salud mental, cuidado, pues nuestra mascota puede captarlo y absorberlo.
Por último, los castigos y los gritos son los grandes enemigos de los perros. A diferencia de lo que muchos creen, no aprenden a base de malas palabras, mucho menos a través de los golpes. Los perros necesitan cariño del mismo modo que necesitan alimento. Los traumas relacionados con la agresividad y las carencias afectivas les llevan a sumirse en una profunda tristeza.