El calor extremo nos afecta de muchas maneras. En el contexto del creciente debate sobre el cambio climático y sus impactos, un tema de creciente preocupación es el efecto del calor extremo en la salud humana. Más allá de los efectos conocidos en el sistema cardiovascular y la regulación térmica del cuerpo, los científicos están dirigiendo su atención hacia el órgano más complejo del cuerpo humano: el cerebro.
2No sólo se trata de sus efectos en el medio ambiente
Mientras estos aspectos críticos continúan dominando el discurso público, la ciencia nos alerta sobre un nuevo frente en la batalla climática. Un reciente estudio de la Universidad de Nueva York ha lanzado una advertencia alarmante: el calor extremo, ya conocido por ser la principal causa de muertes relacionadas con el clima, también puede tener un impacto devastador en el deterioro cognitivo, afectando de manera desproporcionada a los grupos más vulnerables de la sociedad.
Una de las particularidades del estudio es su longitud y profundidad, al haber seguido a casi 9,500 adultos estadounidenses mayores de 52 años durante un periodo de 12 años. Este enfoque a largo plazo distingue la investigación de otros estudios que se han centrado en el impacto inmediato del calor en la función cognitiva.