Entre las series españolas más longevas y exitosas de la televisión encontramos ‘Amar es para siempre’, un importante referente para las ficciones españolas de época. Si bien comenzó en TVE bajo el nombre de ‘Amar en tiempos revueltos’, más tarde pasaría a Antena 3 con un nuevo título y la máxima expectación.
A pesar de este cambio, la audiencia se mantuvo fiel a la serie, pues mantuvo a sus personajes más característicos. Manolita y Marcelino son los más veteranos y los que se mantienen desde el principio, pero a lo largo de los años han ido llegando muchos más. La actriz Aida Folch, quien interpreta a Victoria Quevedo, es una de las que más están dando que hablar en su actual y penúltima temporada.
2¿Quién es Victoria Quevedo?
Victoria Quevedo ha aterrizado en esta actual y duodécima temporada de ‘Amar es para siempre’ para dar mucho que hablar. Ha llegado junto a sus padres y hermanos para encargarse del negocio familiar, un taller de costura llamado Talleres Quevedo. Tanto ella como su madre, Elena, son unas excelentes diseñadoras y costureras, pero mientras que Victoria es más creativa, Elena apuesta por los modelos más clásicos. Su hermano Román lleva la parte de los negocios y contratos, mientras que el padre de familia, Federico, es el propietario. La menor de las hijas, Malena, aún va al instituto.
Lo que ocurre en este taller es especialmente relevante para el desarrollo de la trama. Allí trabaja Lola, la hija de Manolita y Marcelino, quien se está enamorando de Román; un amor imposible, ya que él tiene una prometida, Alicia, aunque sus dudas sobre su futuro matrimonio cada vez son más fuertes. Además, este taller aguarda uno de los mayores secretos de ‘Amar es para siempre’, y es que Malena es en realidad la hija de Lola, y por tanto, la nieta de Manolita y Marcelino.
Volviendo a Victoria, hablamos de una mujer fuerte, muy centrada en su trabajo y algo brusca en su trato con los demás. Lo más importante para ella es su profesión, y por ella es capaz de todo. De hecho, ha llegado a tener problemas de adicción, pues con tal de cumplir con todos los encargos en el taller ha sucumbido a la toma de anfetaminas durante un tiempo, hasta que la salud le dio un susto importante.
En el amor, Victoria no es ninguna afortunada. A su madre le disgusta enormemente su orientación sexual, pues cree que de salir a la luz puede perjudicar al negocio. Por ello se dedica a boicotear todas las relaciones con las que se ilusiona su hija. La última de ellas atañe a Diana, una modelo de la que Victoria se ha enamorado y que, presionada por Elena, se ha visto obligada a hacer vida lejos de ella.
En el momento de escribir este artículo, Victoria sigue sin atreverse a apostar por el amor verdadero. Tras el ultimátum de Diana, que le ha dado a elegir entre ella y su familia, ha decidido quedarse junto a esta última y seguir sacando el negocio adelante con su ayuda.
