Los deportes de equipo exige más que ‘juego limpio’ y entusiasmo, requiere una combinación de aptitudes físicas y mentales. Como entrenador, es tu responsabilidad desarrollar habilidades específicas que permitan a tus jugadores maximizar su rendimiento y obtener el éxito deseado en sus respectivos equipos. Esto implica entrenamientos intensos y preparación, así como la implementación de estrategias efectivas para mejorar el desempeño individual y colectivo. La buena noticia es que hay muchos asesores, tanto dentro como fuera del campo, que pueden ayudar a los entrenadores y a los equipos.
En el siguiente artículo, discutiremos la importancia de desarrollar habilidades específicas para el rendimiento en equipo, y presentaremos algunas técnicas y estrategias útiles, para aprovechar al máximo el tiempo de entrenamiento y los recursos disponibles.
4Logra mejores resultados a través del entrenamiento
Entrenar para los deportes de equipo se trata de mejorar constantemente la habilidad de los jugadores para trabajar juntos como un equipo. Los entrenamientos deben ayudar a los jugadores a adquirir una comprensión de la importancia de jugar en equipo, así como a confiar en los demás y alcanzar victorias como un equipo.
Los entrenamientos deben ser efectivos sin ser demasiado exigentes. Esto significa dirigir los entrenamientos con el objetivo de desarrollar la capacidad individual de los jugadores, en lugar de volverse abrumador y cansado. Establece metas concretas para cada sesión de entrenamiento para garantizar que los entrenamientos se ajusten a los objetivos globales varias veces a la semana. Al mismo tiempo, asegúrate de documentar todos los progresos para evaluar mejor el rendimiento del equipo.
También es buena idea variar los entrenamientos. Esto se debe a que varias actividades propiciaran el desarrollo de habilidades y habilidades específicas para el rendimiento en equipo. Por ejemplo, un ejercicio de entrenamiento enfocado en hacer ejercicios en equipo, como carreras de relevos, sentadillas o ejercicios de resistencia, puede ser útil para desarrollar coordinación y comunicación. Por otra parte, actividades de viaje, como senderismo, natación o ciclismo, ayudarán a desarrollar la química entre los miembros del equipo.