Ana Rosa Quintana ha vuelto operadísima, apolítica (o eso dice) y sin los colmillos que le han nacido a Sonsoles Ónega, que reina a media tarde tras el giro negrísimo de Antena 3 al compás del vuelco rosa de ‘Espejo público’.
LA REINA EMÉRITA DE LAS MAÑANAS
La ‘vasilización’ de Antena 3, y de La 1 de TVE, ha desnudado a la reina emérita de las mañanas, que parece haber perdido la brújula del share, tal y como le ocurrió a María Teresa Campos cuando se enfrentó hace casi dos décadas, y perdió, contra la todopoderosa presidenta de Unicorn Content.
AR ha empeorando en 6 puntos lo que cosechaba en la mañana, en casi 2 lo que lograba ‘Sálvame’ en sus peores momentos y no tiene visos de remontar ante ‘La promesa’, emblema de La 1 de TVE en su retorno a la competitividad tras 12 años de vacaciones políticas.
AR ha empeorando en 6 puntos lo que cosechaba en la mañana, en casi 2 lo que lograba ‘Sálvame’ en sus peores momentos
El fracaso de Ana Rosa ha llamado la atención porque ‘TardeAR’ era favorita al reinado y parecía la última esperanza de Alessandro Salem, pleno de fracasos veraniegos y de tortazos otoñales con ‘Cuentos chinos’, que ni compite por culpa de La Fábrica de la Tele, desnortada desde junio, y ‘Gran Hermano VIP’, que apunta una caída de casi 20 puntos respecto a su última edición.
Lo cierto es que Telecinco no solo no es capaz de achicar la abismal ventaja que le ha tomado Antena 3, sino que La 1 de TVE les está destrozando con ‘La promesa’ merendándose a ‘TardeAR’, ‘4 estrellas’ cenándose a ‘Cuentos chinos’ y ‘Masterchef Celebrity’ zampándose a ‘GH VIP’, a la que le sobra el prónter de Marta Flich y le falta como concursante algún rebotado de ‘Sálvame’, quizá el hermético Kiko Hernández.
Uno de los problemas que tiene Mediaset España es que su despensa, a excepción de ‘La isla de las tentaciones’, parece vacía. Con lo cual podrán darse algún alegrón semanal erótico, pero no hay plan b si Jorge Javier Vázquez, Ana Rosa Quintana o ‘GH VIP’ se precipitan al vacío.
ORIOL NOLIS OSCURECE EL MOMENTO DULCE DE TVE
En Atresmedia andan cómodos con su reinado, apostando por un liderazgo activo que les lleva a intentar no dormirse en los laureles.
en Atresmedia andan cómodos con su reinado, apostando por un liderazgo activo que les lleva a intentar no dormirse en los laureles
Mientras, en la pública preparan lo nuevo de Jordi González, con Terelu Campos como madrina, mientras José Pablo López disfruta el dulce momento pese a alguna polémica interna.
La penúltima la ha protagonizado con su dimisión Oriol Nolis, que ha explicado que «después de dos años al frente de la dirección de RTVE Catalunya ha llegado el momento de un cambio. Siempre he entendido las responsabilidades de esa naturaleza como un lugar de paso y no como un destino en sí mismas.
Por eso, una vez terminada la tarea que me había propuesto, he decidido cerrar una etapa». «En este tiempo, con errores y aciertos, he trabajado poniendo en valor que las personas sensibles podemos y debemos aportar nuestro talante, aunque esto resulte a menudo agotador. Y, visto con perspectiva, creo que el balance es positivo», añade.
AGRADECIMIENTOS A RTVE
Nolis ha agradecido «a todo el mundo que lo ha hecho posible, desde el equipo directivo hasta el resto de compañeros de RTVE que han sumado esfuerzos por consolidar un proyecto moderno, plural, de servicio público y que ha dado buenos resultados». Y dice que «de este viaje intenso, apasionante y complicado a la vez, me quedarán muchísimos recuerdos y experiencias, así como las dos fotografías y el dibujo que me han hecho de talismán, acompañándome cada día para recordarme quién soy, de dónde vengo ya dónde quiero ir sin perder la mirada limpia hacia todo lo que me rodea».
En la pública han recuperado la estabilidad a nivel interno tras unos meses en los que se barruntaba revolución a costa de la que entendían iba ser la victoria de Alberto Núñez Feijóo, protagonista este domingo de una perfomance nacionalista hija de la tensión que imprime el bloque mediático del Madrid DF.
En la pública han recuperado la estabilidad a nivel interno tras unos meses en los que se barruntaba revolución de la que entendían iba a ser la victoria de Alberto Núñez Feijóo
Desde este ecosistema ultraconservador se ha alentado un boicot a Jordi Évole, que ahora ve desde Donosti como se le evaporan los nubarrones tras su entrevista a Josu Ternera. La obra, pese a lo que presumían Rosa Díez y otros despistados/perezosos, contribuye a afianzar el relato españolista modelo ‘Patria’ del «buenos» y «malos».
Detrás del documental de Évole se encuentra Netflix, que salta de charco en charco con el true crime: tras el documental en favor de Raquel Sánchez Silva han apostado con estridencia por el ‘crimen de la Guardia Urbana’ en el que buceó con más salero Carles Porta en TV3.