Las calderas de gas son dispositivos esenciales para la calefacción y el suministro de agua caliente en muchos hogares y edificios. Funcionan quemando gas (como gas natural o propano) para calentar agua que luego se distribuye a través de radiadores o suelos radiantes para calentar espacios interiores. Además, proporcionan agua caliente sanitaria para baños y cocinas. Estas calderas son eficientes y cada vez más respetuosas con el medio ambiente, gracias a avances tecnológicos que reducen las emisiones de gases contaminantes. Es fundamental realizar un mantenimiento regular para garantizar su funcionamiento seguro y eficiente, prolongando su vida útil. O lo era hasta hace poco, porque ahora sí que sí, la UE acaba de decretar su final. Te lo contamos todo a lo largo de este artículo, así que sigue leyendo si te quieres enterar de todo.
7La supresión de las calderas de gas es una buena noticia para luchar contra el cambio climático

La eliminación progresiva de las calderas de gas representa una excelente noticia en la lucha contra el cambio climático. Estas calderas son una fuente significativa de emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. Al promover tecnologías más limpias y eficientes, como bombas de calor y sistemas solares térmicos, se reducirá la huella de carbono en el sector de la calefacción y agua caliente. Esta transición es fundamental para alcanzar los objetivos de mitigación del cambio climático y promover un futuro más sostenible y ecológico.