‘Amar es para siempre’, la serie estrella de las sobremesas de Antena 3, ha puesto toda la carne en el asador de cara a su última temporada. En los capítulos anteriores vimos cómo Crespo obligó a Iván a abandonar el país; mientras que en casa de los Quevedo, Elena ha vuelto a sentir ansias de venganza. Esta semana llegan más sorpresas encabezadas por Román: su boda está en entredicho después del apasionado beso que le dio Lola.
4ALEGRÍA INQUIETA EN CASA DE LOS QUEVEDO
Todo parece ir bien en casa de los Quevedo, y su sueño de tener una firma de moda está casi al alcance de sus manos. A pesar de los contratiempos que ya hemos visto en ‘Amar es para siempre’, el desfile ha resultado ser todo un éxito, motivando la alegría entre Federico y Victoria. Satisfechos por sus logros, padre e hija charlan de tú a tú, sin embargo los problemas del patriarca no tardan en aflorar; no se trata de un nuevo lapsus, sino que Elena llega a casa y les interrumpe, al recordarle que debe tomarse sus pastillas. Recordemos que ella es quien más interesada parece en que la enfermedad de Federico cause estragos, y así lo mostró durante el desfile. ¿Es posible que le esté envenenando?