El barril de petróleo tipo Brent se espera que alcance los 100 dólares los próximos doce meses desde una previsión anterior de 93 dólares, según Goldman Sachs Research.
La firma argumenta su revisión ante la reducción de la oferta por parte de la OPEP y una demanda creciente que compensarían el aumento de la producción desde los Estados Unidos. La OPEP probablemente será capaz de mantener los precios del Brent en un rango de 80-105 dólares el año que viene, según explica Daan Struyven, responsable de investigación de petróleo.
Una oferta más baja durante más tiempo desde Arabia Saudita y sus socios de la OPEP+ es el principal motivo para este cambio de estimación. El reciente anuncio de Arabia Saudita apunta su fuerte determinación de reducir los inventarios y empujar los precios al alza.
Al mismo tiempo, hay margen para que Arabia Saudita impulse los beneficios en 2024 dependiendo de si los recortes de producción se extienden, pues el aumento de los precios del crudo puede compensar el descenso en la producción saudí.
La OPEP es probable que reduzca su producción de petróleo durante más tiempo porque está llegando más oferta desde fuera de la organización, sobre todo desde Estados Unidos. La restricción de la oferta se ha suavizado en EE.UU. y los productores están explorando y explotando los yacimientos más rápidamente con máquinas más poderosas.
El alza en los precios del petróleo no se prevé que haga descarrilar la economía de EE.UU.
Habrá probablemente más demanda global de petróleo en 2024 liderada por Asia, pues la ralentización de la economía china muestra señales de haber tocado suelo. India y Oriente Medio también se espera que tengan grandes aumentos en la demanda. La subida en los precios de la energía no se espera que haga descarrilar un aterrizaje suave de la economía estadounidense, según Goldman Sachs Research.
La mayor parte del rally ya ha tenido lugar probablemente, las medidas sobre las expectativas de inflación se ven bien ancladas y la reserva Federal se centra en la inflación subyacente (la que no recoge las partidas más volátiles como son energía y alimentos). Además, el golpe al crecimiento desde el petróleo en Estados Unidos y Europa se espera que sea moderado y los precios del gas natural siguen siendo bajos.
RUSIA REDUCE EXPORTACIONES DE GASOLINA Y DIÉSEL
Según recuerda Warren Patterson, estratega jefe de materias primas en ING, el jueves entraba en vigor la prohibición de exportar gasolina y diésel desde Rusia con el fin de intentar quitar presión sobre los precios locales de los combustibles. Y es una prohibición que viene sin fecha de caducidad.
De hecho, antes del anuncio de Rusia las exportaciones de diésel rusas ya estaban bajo presión en septiembre debido al mantenimiento de las refinerías y los esfuerzos del gobierno para aumentar la oferta en el mercado local.
El impacto en el mercado del refinado ha sido claro: el gasóleo del ICE subió un 4,51% el día del anuncio, mientras que el gasoil para entrega en noviembre superó los 37 dólares, indicando las tensiones en el mercado de los refinados.
El experto recuerda que Rusia es un proveedor crucial de productos refinados en los mercados globales, pues exporta unos mil millones de barriles de diésel De hecho, Rusia es el segundo mayor exportador de diésel sólo por detrás de Estados Unidos. Como resultado, es un desarrollo clave a medida que nos acercamos al invierno del hemisferio norte, un periodo donde se produce habitualmente un repunte de la demanda.
La prohibición de las exportaciones es menos preocupante para el mercado de la gasolina, pues las exportaciones de gasolina rusa y sus componentes son de unos 145 millones de barriles diarios en 2023, una pérdida que el mercado global debería ser capaz de absorber más fácilmente.
La severidad que pueda tener el impacto de la pérdida del diésel ruso sobre el mercado global dependerá de cuánto se alargue la prohibición. Aunque dado el inventario conseguido gracias a la prohibición no esperaríamos que se prolongase.
EL REFINO DE PETRÓLEO, UN MERCADO YA TENSIONADO
El mercado del refino ya estaba bastante tensionado en EE.UU., Europa y Asia a medida que nos acercamos al invierno en el hemisferio norte. Hay un cierto número de factores detrás de esta tensión, incluyendo los recortes de la OPEP+, la recuperación del tráfico aéreo, la limitada capacidad de crecimiento en refino y, en Europa, la lucha por reemplazar los refinados rusos después de que la prohibición de la UE entrera en vigor en febrero.
El precio del diésel subirá dependiendo de la duración de la prohibición
La pérdida de unos mil millones de barriles de diésel ruso en el mercado global se sentirá y eso nos deja con un riesgo alcista en el gasoil del ICE que podría irse de media a los 30 dólares por barril para el resto del año. Que el rally vaya a más dependerá de la duración de la prohibición.
En ING creen que los márgenes seguirán elevados en un intento de que las empresas de refino aceleren la producción. Sin embargo, dado que parte del problema se debe a restricciones en la capacidad de refino y tensiones en el mercado del crudo medio, la capacidad de aumentar de forma significativa el refino podría ser complicada.