La expansión de un negocio o empresa no es sencilla, ni mucho menos instantánea. A largo plazo, todo lo que se haga tendrá que ser planificado y controlado evaluando tanto el contexto económico en el que nos movemos como los recursos de los que se dispone.
Por ello, es esencial contar con la participación de diversos agentes como asesores, especialistas, consultores y analistas de riesgo para abarcar todos los aspectos que dan lugar a una exitosa expansión. A continuación detallaremos los pasos básicos para lograr ese objetivo.
2Realizar una evaluación detallada de los riesgos
Cualquier proceso de expansión de un negocio conlleva un grado de riesgo. Por eso es necesario planificar las inversiones con la debida cautela. Una buena práctica es contar con informes de asesoramiento, que alcancen a profundizar sobre el estado financiero y legal de una empresa para conseguir una acertada perspectiva de sus posibilidades de crecimiento.
Un asesor profesional normalmente debería contribuir al desarrollo de un plan de expansión con un análisis financiero exhaustivo y el planteamiento de diversas hipótesis de inversión. Aparte de la relación con el entorno, una evaluación de riesgo los asesores se hace cargo de los asuntos internos, como el tema laboral, la relación con los proveedores, la defensa de la marca y el desarrollo de nuevos mercados.
Además, es importante analizar si hay suficiente liquidez en el negocio para afrontar los gastos. Si los recursos son limitados, lo mejor sería buscar nuevos inversores, ofrecer participaciones en el capital social o contratar financiamiento bancario. Todas estas medidas hectógicas supondrían otro tipo de riesgos que también estarían sujetos a evaluar.