Podemos alimentarnos de forma saludable con comida real y balanceada para satisfacer nuestras necesidades nutricionales, pero muchas personas también tienen hambre emocional. Esta es una realidad a menudo silenciada, ya que no hay alimentos en los estantes de la tienda para satisfacerla.
Además, la alimentación emocional puede manifestarse de muchas maneras diferentes. Para algunos, puede hacerse sentir como un profundo sentimiento de vacío, mientras que para otros, puede obtener algo de comodidad en un momento de ansiedad temporal. Es importante reconocer si alguien está experimentando estos sentimientos, ya que se puede aplicar una estrategia para lidiar con ellos.
1¿Qué es la alimentación emocional?
La alimentación emocional se refiere a la tendencia de una persona a comer para satisfacer sus necesidades emocionales. Esto puede incluir el uso del alimento para lidiar con la tristeza, la soledad, el estrés y los sentimientos negativos. Muchas personas recurren a la comida como una forma temporal de «calmar» estos sentimientos, porque les ayuda a sentirse mejor temporalmente. Esto puede resultar en hábitos alimenticios poco saludables que, a largo plazo, pueden tener un efecto negativo en el bienestar mental y físico.
Sin embargo, la erradicación de la alimentación emocional por completo no es necesariamente la solución. En lugar de eso, es importante aprender a identificar los patrones de alimentación emocional para desarrollar estrategias para lidiar de forma positiva. Esto incluye reconocer cuándo uno tiene hambre emocional y reconocer cómo responder. Reconocer cuándo alguien necesita tratamiento específico para abordar problemas de nutrición y salud mental puede ser fundamental.