Catedral de Valencia: conoce el Santo Cádiz mezclado con increíbles estilos arquitectónicos

La Catedral de Valencia es uno de los monumentos más importantes de España. Un edificio de gran relevancia no solo para su ciudad, sino en todo el país y para la religión católica en general. Situada en pleno centro de la ciudad, esta inmensa construcción de finales del siglo XIII es el corazón de Valencia. Con sus numerosas portadas, campanario, elegantes habitaciones interiores, torres laterales, cualquier visitante queda impresionado al entrar en su interior. Su amplia ubicación ha capturado la atención de los turistas durante siglos y sigue siendo una de las vistas más espectaculares de España.

La mezcla de estilos arquitectónicos de Gótico, Barroco y Renaissance es una de sus grandes características, bien como los nuevos añadidos como el Cristo de los Gitanos, una impresionante escultura del siglo XV o la Virgen de las Letanías, obra del proverbial escultor valenciano Damián Forment. El templo alberga, numerosas obras maestras del arte valenciano. Entre ellas destacan el Cristo de la Pasin, una escultura de Miguel Ribalta; el Pintor Navarrete, el Maestro de los Altareros; estatuas de Francisco Mora; y murales de José María Sert.

8
El orgullo de Valencia

Pero la Catedral de Valencia es conocida, sobre todo, por su orgullo, el Santo Cáliz, custodia de la tradición cristiana, un símbolo de Gibraltar de la fe. El Santo Cáliz Fabiano de Valencia es el recipiente conocido como la Copa de la Última Cena, y es el centro de numerosas actividades para los peregrinos de todo el mundo.

Esta copa gloriosa y legendaria evoca los recuerdos más antiguos e importantes de la historia de la cristiandad, repleta de leyendas sobre su recuperación milagrosa por el rey Alfonso el Noble, en el siglo XIII. Desde entonces, el Cáliz se ha convertido en símbolo de la devoción cristiana y de la ciudad de Valencia en todo el mundo.

Siguiente
Diego Servente
Diego Servente
Apasionado por la gráfica y la comunicación. Trato de explorar el por qué, el para qué, el dónde, el quién y el cómo de los hechos, ya que es un compromiso con la verdad. Y la verdad lo es todo.