La tarta de queso, o cheesecake, tiene una larga historia que se remonta a la antigua Grecia. El pastel de queso que se menciona en la Isla de Samos hace 4,000 años es uno de los primeros antecedentes documentados de esta delicia. En aquel entonces, se consideraba un alimento energético y se utilizaba para alimentar a los atletas que competían en los Juegos Olímpicos.
A lo largo de la historia, la receta de la tarta de queso ha evolucionado y se ha adaptado a las diferentes culturas y regiones. Se han desarrollado numerosas variaciones en todo el mundo, incluyendo la popular tarta de queso de Nueva York, que es conocida por su textura cremosa y su base de galleta.
7EL REPOSO ES IMPRESCINDIBLE
Una vez que hayas retirado la tarta del horno, el último paso es dejarla reposar durante al menos 3 horas en un lugar fresco o en la nevera. Como advierte Cristina Pedroche, pueden ser las 3 horas más largas de vuestra vida, pero son clave para disfrutar de un resultado perfecto, así que el esfuerzo valdrá la pena. Lat arta debe estar cuajada y cremosa en los bordes, pero aún fluida en el centro.