Recibir una multa de la Dirección General de Tráfico (DGT) es una experiencia frustrante y desagradable. Supone un recordatorio incómodo de un error cometido al volante, ya sea por exceso de velocidad, estacionamiento indebido u otra infracción. Además del impacto económico, conlleva estrés y preocupación por los puntos del carné y la posible repercusión en el seguro. A menudo, la percepción de injusticia o el desconocimiento de la normativa agravan la molestia. Aunque las multas buscan fomentar la seguridad vial, su llegada genera un malestar que motiva a ser más conscientes y responsables en la conducción. Ahora desde esta entidad no lanzan un importante aviso sobre su pago y te lo contamos a continuación, así que sigue leyendo para poder enterarte de qué se trata.
4Pero también se pueden recibir días más tarde por correo
Además, las multas de tráfico de la DGT también pueden llegarte días después por correo. Si un radar o sistema de vigilancia detecta una infracción, como superar la velocidad permitida, recibirás la notificación en tu domicilio. En este caso, tendrás un plazo para abonar la multa o presentar alegaciones si lo consideras necesario. Es fundamental estar al tanto de las normativas y conducir de forma responsable para evitar tanto sanciones inmediatas como posteriores.