Una buena sopa de tomate es algo bastante reconfortante. El tomate, esa jugosa fruta de color rojo intenso, ha sido un ingrediente fundamental en la cocina desde tiempos inmemoriales. Su sabor dulce y ácido a la vez, combinado con su textura suave y carnosa, lo convierte en la base perfecta para la preparación de una deliciosa sopa de tomate.
9Para la preparación de la sopa de tomate tradicional
En primer lugar, comienza por pelar los tomates. Para hacerlo de forma sencilla, llena una olla grande con agua y hazla hervir. Asegúrate de lavar bien los tomates y realiza dos cortes en forma de cruz en cada uno de ellos. Coloca los tomates en la olla con agua hirviendo y cuécelos durante un minuto. Luego, cuélalos y retira la piel, la cual se desprenderá fácilmente. Una vez hecho esto, corta los tomates en trozos.
Continúa pelando y picando la cebolla y el ajo, y corta el apio en trozos pequeños. En una olla, calienta el aceite y fríe la cebolla, el ajo, el apio y el pimiento con un poco de sal durante aproximadamente 10 minutos. Añade los tomates, la sal, la pimienta, las hierbas finas, medio litro de agua y una hoja de laurel, y cocina la mezcla durante unos 25 minutos. Luego, retira la hoja de laurel.
Una vez terminado esto, tritura la sopa utilizando una batidora de mano o una batidora de vaso. Prueba el sabor y añade más sal si es necesario. Si la sopa tiene un sabor demasiado ácido, puedes endulzarla agregando un poco de azúcar integral o miel. Si es necesario, añade más agua. Finalmente, sirve la sopa con hojas frescas de albahaca.