El Banco Central Europeo (BCE) se reúne el jueves y deberá decidir sobre qué hace con los tipos de interés. Los expertos hablan de una decisión controvertida y un escenario complejo, con argumentos a favor de una nueva subida de tipos de 25 puntos básicos y argumentos a favor de una pausa.
Una encuesta de la agencia Reuters de la semana pasada desequilibraba la balanza a favor de la pausa en las subidas, pero recoge que el consenso apunta en su mayoría a que los tipos alcancen el 4% a final de año, lo que supone una subida más, sea o no la de este jueves.
Desde Gaesco apuntan que los débiles datos macro sugerirían una postura prudente de Lagarde a la vez que el ritmo de ralentización de la inflación sigue siendo insuficiente, por lo cual la decisión del órgano esta vez no estaría tan clara. Y recuerdan que el consenso asigna una probabilidad del 30% a un incremento del 0,25% mientras que anticipa un 70% de probabilidad a un incremento para lo que resta de año.
Aspectos a favor y en contra de la subida de tipos del BCE
En AndBank explican que, a favor de subir los tipos, están los aún incómodos niveles de inflación y la posibilidad de que se revisen ligeramente al alza las estimaciones de IPC (inflación) del nuevo cuadro macro.
Y en contra de subir los tipos, el rápido deterioro macro en Europa (PMIs de servicios en zona contractiva, corrigiendo con fuerza en verano, negativos pedidos de bienes duraderos…) que más que probablemente lleve a un recorte de estimaciones del PIB 2023-2024 y la estabilidad de las expectativas de inflación. Crecimiento que, sin ser el objetivo principal del BCE, podría ganar peso en esta cita.
Se trata de una reunión abierta, donde puede haber tanto una nueva subida como una pausa
Para sus analistas se trata de una reunión abierta, donde puede haber tanto una nueva subida como una pausa. “Pausa que podría tener también sesgo hawkish si viniera acompañada por el inicio del debate en relación con el calendario de recompras del PEPP (adelanto desde finales de 2024 esperable)”, explican.
En Renta 4 ponen énfasis en una situación de creciente estanflación que complica cualquier decisión. “Aunque el consenso otorga sólo un 38% de probabilidad a una nueva subida de tipos, tras la debilidad mostrada por el ciclo europeo (con un sector servicios sumándose a las manufacturas en zona de contracción en agosto) esta probabilidad ha ido aumentando desde el 25% y no descartamos que opte por elevar los tipos teniendo en cuenta que la inflación sigue muy alta (5,3% general y subyacente frente al 2% objetivo) y con presiones por el lado de la energía (Brent 27% desde finales de junio, gas europeo TTF 10% en dos últimos días)”.
Para sus analistas, “esta decisión podría venir respaldada por un cuadro macro actualizado en el que previsiblemente veremos una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento, pero manteniendo sin cambios la expectativa de que la inflación no vuelva a su objetivo del 2% hasta 2025”.
Por último, añaden que “en caso de optar por mantener los tipos (alegando que aún hay que ver el efecto de los 425 puntos básicos ya materializados) consideramos que sería una pausa hawkish, dejando la puerta abierta a subidas adicionales de cara al futuro en tanto en cuanto no se puede dar la inflación aún por controlada”.
Por su parte, en Banca March, consideran que “veremos una subida más, hasta llevar el tipo de depósito al 4%, los más altos en toda la historia de la autoridad monetaria europea”.
Si hay subida, los tipos alcanzarán su nivel más alto de la Historia
Miguel Uceda, director de Inversiones de Welzia Management, indica que “El BCE se encuentra con un papelón: un crecimiento débil y una inflación que no cae tan rápido como se esperaba”.
“Las expectativas del mercado se dividen entre una pausa este mes de septiembre y una subida en la siguiente reunión de octubre, o subida ahora para parar a continuación. Las cifras de solicitudes de crédito se siguen derrumbando, lo que alerta de una menor inversión empresarial y actividad económica en el futuro. Las subidas de tipos afectan con cierto retraso a la economía, y tras nueve subidas consecutivas en poco más de un año, posiblemente el daño comience a verse ahora”.
Subidas o no subidas serán buenas para bolsas y bonos europeos
Por último, Bankinter habla de que los posibles desenlaces son muchos, pero los más probables son dos: 25 puntos básicos, hasta 4,00/4,50%, suavizando su enfoque e intenciones para siguientes reuniones (26 de octubre y 14 de diciembre). O repetir en el 3,75/4,25%, aplazando la subida sin anularla y reiterando que el futuro dependerá de los datos.
“Cualquiera de estos dos desenlaces sería más bien bueno para bolsas y bonos (europeos) aunque probablemente algo mejor el segundo”, explican. “La probabilidad de que este segundo sea el que se materialice ha aumentado en los últimos días por dos razones: macro europea reciente débil (PIB del segundo trimestre revisado hasta el 0,1% desde el 0,3% preliminar) y el hecho de que, debido a la rotación de consejeros con voto en las reuniones del BCE, en la reunión de esta semana votará España, pero no Alemania, mientras que en la siguiente (26 de octubre) será al revés”.
“Así las cosas, y considerando que los retrocesos encadenados de los últimos días (ex – viernes) parecen demasiados, lo más probable es que el desenlace del BCE no sea malo para bolsas, que las TIR de los bonos se estabilicen o reduzcan algo y que el mercado recupere claridad y tranquilidad. Y más después de la reunión de la Reserva Federal del día 20. Eso no significa que rebotes serán meteóricos, sino más probables y frecuentes que los retrocesos,” concluyen.
A modo de resumen, Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac, dice que el resultado de la reunión es especialmente incierto con razones para hacer una pausa y razones para subir. Pero explica que “esta semana será la última oportunidad para que el BCE suba los tipos, sobre todo porque las decisiones de política monetaria irán acompañadas de proyecciones de sus servicios sobre la trayectoria prevista del crecimiento y la inflación”.
“Y, dado el cambio que señalan los indicadores económicos, esta última debería revisarse a la baja. En un entorno de «estanflación» en la zona euro, la preocupación del BCE se centra más en la inflación que en el crecimiento. Sobre todo teniendo en cuenta que su principal mandato oficial se centra en la estabilidad de precios”, concluye.