Hace años que las plataformas de streaming comenzaron a popularizarse hasta el punto en que, a día de hoy, son pocos hogares los que no cuentan con alguno de estos servicios. HBO, Amazon Prime Video, Netflix y Disney+ son las alternativas más exitosas gracias a sus bajos precios y su diversidad de contenidos.
Pero no es oro todo lo que reluce, pues la popularidad de estas plataformas ha ido disminuyendo, especialmente durante el último año en el que la vida resulta más cara que nunca debido al aumento de precios de los recursos básicos. La reciente subida de precios de estos servicios de streaming tampoco ha ayudado. De ahí que muchos usuarios hayan decidido darse de baja y buscar opciones gratuitas.
1El streaming como alternativa a la televisión tradicional
Aunque las plataformas de streaming nos parezcan algo relativamente nuevas, lo cierto es que para remontarse a su origen debemos viajar al año 1920, cuando el inventor estadounidense George Owen Squier trató de lanzar un sistema similar para emitir música a través del sistema de transmisión y distribución de señales Muzak.
No fue posible llevar a cabo este proyecto, pero mucho más adelante irían surgiendo otras alternativas que han convertido al streaming en lo que es hoy en día. La década de los 90 fue clave en este sentido, pues durante aquellos años se fue perfeccionando este sistema. Así, en 1993 se emitió un show en vivo del grupo de rock Severe Tire Damage a través de la plataforma virtual Medbone. Y más popular aún fue el espectáculo que dieron los Rolling Stones en el Estadio Cotton Bowl, en 1994, que se transmitió en directo y gratis durante 20 minutos.
Sólo un año después saldría a la luz la que está considerada como la primera plataforma de streaming, RealAudioPlayer. No obstante, el concepto de plataforma de streaming tal y como lo entendemos ahora nació mucho más tarde de la mano de Netflix. La empresa ofrecía una alternativa diferente a la de otros videoclubs, ofreciendo el servicio de alquiler de DVD por correo postal. Sería en 2007 cuando se posicionó como servicio de streaming.
Desde entonces, el auge de estas plataformas sería cada vez mayor. A Netflix le siguieron otras muchas como HBO (hasta entonces un canal de pago tradicional), Amazon Prime Video o Disney+. Se abría un mundo lleno de posibilidades para los espectadores, ávidos de nuevas historias y de poder disfrutar de series, películas y documentales exclusivos sin publicidad, en el horario que desearan y por un módico precio.
Como consecuencia de todas estas nuevas alternativas, la televisión tradicional comenzó a decaer. El público empezó a decantarse cada vez más por estas plataformas que, aunque requerían una mínima inversión, ofrecían novedades protagonizadas por grandes estrellas de Hollywood y las series más populares del momento, como la archiconocida ‘Juego de Tronos’ o ‘Stranger Things’. De esta forma nació una forma completamente nueva de ver televisión.