El primer generador de turbina de viento de Vineyard Wind, el masivo parque eólico que Iberdrola está construyendo frente a las costas de Massachusetts (EEUU) ya está camino a su destino. El pasado 6 de septiembre, el equipamiento zarpó del puerto de comercio marítimo de New Bedford a bordo de una barcaza especializada.
El buque que transporta la turbina ha sido diseñado y construido por el contratista sindical estadounidense Foss Maritime, en asociación con DEME Offshore US. Ambas compañías firmaron una alianza para el desarrollo de barcazas altamente especializadas, con bandera estadounidense, para transportar los componentes a la planta eólica marina.
El Marmac, en New Bedford, y el Foss Prevailing Wind en Boston, ambos de 122 metros de eslora, son las únicas dos embarcaciones capaces de transportar en posición vertical las piezas del aerogenerador. Éste, perteneciente al modelo Haliade-X y diseñado por GE Renewable Energy, superará los 200 metros de altura cuando esté totalmente montado.
Las barcazas emplean la tecnología Barge Master, con un sistema patentado de control y una estructura capaz de compensar activamente los movimientos del barco. Los sensibles componentes del aerogenerador están sujetos a una plataforma que contrarresta los vaivenes del oleaje, preservando la integridad de los aparatos.
«UN ORGULLOSO SÍMBOLO DE LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA EN EEUU»
Son en total tres las embarcaciones encargadas de llevar a cabo la titánica tarea de entregar la gigantesca maquinaria: GE cargó inicialmente el Marmac desde la Terminal de Comercio Marino de New Bedford, con tres secciones de torre colocadas verticalmente, tres palas y una vaina que alberga los componentes generadores. Por su parte, el Foss entregará al buque Sea Installer, de DEME Group, las plataformas desinadas a proporcionar sostén a la turbina en el lecho marino, y que pesan 1.700 toneladas cada una.
Klaus S. Moeller, CEO de Vineyard Wind, se refirió al complicado transporte de la turbina: «Puede parecer fácil, pero el transporte seguro de estos componentes millas sobre el mar abierto no es poca cosa». Moeller proclamó que, una vez terminado, el aerogenerador «se erigirá como un orgulloso símbolo de la transición energética de Estados Unidos».
Pedro Azagra, homólogo de Moeller en Avangrid (filial de Iberdrola en EEUU), compartió el entusiasmo de su colega: «La instalación de la primera turbina del proyecto se erige como un hito singular para el viento marino, la energía limpia y la acción climática en los Estados Unidos», dijo, recordando el potencial del futuro parque: «Estamos orgullosos de que los sindicatos locales sean pioneros en la instalación de las enormes turbinas de GE, que aprovecharán los vientos de las costas para alimentar a más de 400.000 hogares y negocios en toda la Commonwealth de Massachusetts».
Una de las más importantes cláusulas del acuerdo que ha hecho posible el envío es la del empleo de mano de obra sindical local, tanto a bordo de los buques como en tierra firme. Los portavoces de las empresas implicadas estiman que aproximadamente 400 miembros del sindicato han trabajado en el proyecto hasta la fecha.
UN COLOSO EÓLICO EN MASSACHUSETTS
Vineyard Wind I es uno de los mayores proyectos internacionales en los que participa el Grupo Iberdrola. A través de su filial Avangrid Renewables, la eléctrica española se ha asociado con la danesa Copenhagen Infrastructure Partners (CIP) para sacar adelante el que será el mayor parque eólico de todo EEUU.
Ubicado a 24 km al sur de la isla Martha’s Vineyard y a 55 km al sur de la península de Cape Cod, en el Estado de Massachusetts, contará con 800 megavatios (MW) de potencia instalada y una inversión de 2.500 millones de euros.
Vineyard Wind suministrará energía eólica suficiente para cubrir la demanda de más de 400.000 hogares y empresas de todo Massachusetts.
Sobre las espaldas de Vineyard Wind, que comenzó a construirse en 2021 y, según las previsiones iniciales, entrará en servicio antes de fin de año, recaerá la tarea de suministrar energía eólica suficiente para cubrir la demanda de más de 400.000 hogares y empresas de toda la Commonwealth (mancomunidad) de Massachusetts.
Terminada la construcción y consumada su entrada en la red eléctrica, Iberdrola tomará el control de la explotación del proyecto, asumiendo las funciones de controlar el funcionamiento y la gestión de la instalación, según los términos del acuerdo con CIP.
El parque le ahorrará a la atmósfera la emisión de más de 1,6 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono (CO2), el equivalente a 325.000 coches; y se estima en 3.700 millones de dólares (3.450 millones de euros al cambio actual) el ahorro monetario en costes energéticos que propiciará la instalación durante su vida útil.
El acuerdo laboral incorpora una serie de objetivos de contratación para mujeres y grupos étnicos minoritarios
Asimismo, la instalación creará 3.600 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo y, en virtud del Proyecto de Acuerdo Laboral (PLA, por sus siglas en inglés), se garantiza que al menos 500 de los puestos de trabajo creados durante la fase de construcción del proyecto sean ocupados por personal local. Además, el PLA incorpora una serie de objetivos de contratación para mujeres y distintos grupos étnicos minoritarios.
El avance del parque eólico de Massachusetts refuerza la ya prominente posición de Iberdrola en el mercado internacional de las energías renovables. A los 6.000 millones de euros que tiene en cartera para el desarrollo de proyectos solares y eólicos en México se suman otras iniciativas como los aerogeneradores de las plantas marinas de Saint-Brieuc (Francia) y Baltic Eagle (Alemania); además del también alemán Windanker y el británico East Anglia 3, en un estadio más temprano de desarrollo.