Los quesos se caracterizan por tener su propia composición nutricional, que van cambiando en función del grado de su maduración o de los fabricantes. Siendo esta una de las razones para seleccionar lo que es más conveniente para la salud. Según el último informe de consumo alimenticio, se estima que las personas consumen 7,74 kg de queso al año. Y lo más comprado son el queso fresco, el semicurado y la variedad fundida.
Es un hábito diario de las personas en la alimentación diaria, por lo que muchos de los especialistas recomiendan consumirlo. Pero, debemos de tener en cuenta que los quesos presentan un perfil nutricional discordante. Estos son una gran fuente de proteínas, vitaminas A y D, fósforo o calcio, que aporta beneficio al cuerpo. Pero, por otro lado, es generoso en sodio, calorías y grasas saturadas, que son considerados un peligro nutricional.
4¿Las tensiones altas son provocadas por los quesos?
Como bien saben las personas, la sal es uno de los enemigos acérrimos de la tensión arterial. Por lo que, es de gran importancia priorizar productos escuetos en este componente. Algunas de las variedades de quesos con menor proporción son el emmental, la ricotta, el maasdam o la feta.
Debemos de estar pendiente con el parmesano, el roquefort o el gorgonzola, ya que estos tienen mayor proporción de sodio en su composición.