El ecuador de la semana ha sacudido los mercados petroleros: el precio del crudo se acerca a los 100 dólares por barril en pleno embudo energético, amenazando con afilar aún más el coste de la gasolina. La onda sísmica se desató cuando Arabia Saudí y Rusia, los dos mayores exportadores del mundo, confirmasen el 5 de septiembre que mantendrán hasta fin de año los recortes a su producción de petróleo en 300.000 y un millón de barriles diarios, respectivamente. Los efectos sobre la economía en general están claros: más y peor inflación. ¿Y sobre el sector energético? ¿qué pasa con el precio de la gasolina?
PRODUCCIÓN Y GASOLINA
Goldman Sachs reaccionó a la «inesperada» extensión de la merma productiva con un sombrío vaticinio: «Las decisiones de los líderes de la OPEP+ Arabia Saudita y Rusia de extender los recortes voluntarios de producción de petróleo hasta el final del año traen riesgos alcistas a las perspectivas del crudo», sostienen, en declaraciones recogidas por Bloomberg.
PERDER AHORA PARA GANAR DESPUÉS
Nótese el recurso al vocablo ‘voluntario’, que cobra especial relevancia en el caso de Arabia Saudí, ya que Riad está aceptando una contracción en su PIB manteniendo la merma de su principal recurso. En declaraciones a MERCA2, Ángel Pascual-Ramsay, experto en geopolítica y geoeconomía y profesor en ESADE Business School, considera que esta política responde a una estrategia de ‘bajas aceptables’: «hacen lo que siempre han hecho, que es ejercer su capacidad de fijación de precios» -explica- «Ahora perderán unos puntos de PIB, pero a largo plazo pueden incrementar aún más su volumen de negocio».
«la transición energética es una realidad, pero los combustibles fósiles siguen siendo la principal fuente de energía»
Ángel Pascual-Ramsay, experto en geoeconomía y profesor en ESADE
El analista fundamenta su predicción en los fríos números: «La transición energética es una tendencia real, pero, hoy por hoy, lo que manda es el stock y los combustibles fósiles siguen siendo la principal fuente energética global». Según los registros de la organización profesional y empresarial Energy Institute, las fuentes fósiles (petróleo, carbón y gas) siguen acaparando un 82% del consumo, y aunque están perdiendo cuota de mercado en favor de las renovables, el trasvase se está produciendo muy lentamente (del 85% de 2016 pasó al 83% en 2019 y al 82% actual).
«El compromiso de las potencias emergentes con la transición energética está equilibrado con su interés en que los combustibles fósiles sigan presentes, porque los necesitan» -continúa- «Éste es el caso no sólo de Arabia Saudí y Rusia, sino también el de poderes en ascenso como China e India».
«Si Donald Trump gana las elecciones estadounidenses, algo nada disparatado, podemos incluso ver un giro en esa dirección por parte de Washington», concluye Pascual-Ramsay.
RENOVABLES: MÁS ATRACTIVAS POR SU FUNCIONAMIENTO, PERO MÁS CARAS EN SU DESPLIEGUE
MERCA2 también se ha dirigido a Rodrigo Irurzun, especialista en tecnología y negocio energéticos y portavoz del área de energía de Ecologistas en Acción. Su discurso parte de una premisa innegociable: «El futuro es renovable», pero admite que la carestía de petróleo orquestada desde Moscú y Riad también trae dificultades en el despliegue de las energías limpias.
«Como es lógico, un petróleo más caro hace más atractiva la apuesta por las fuentes renovables, pero también afecta negativamente su puesta en marcha» -concede- «En el último año, las renovables han perdido competitividad en costes, lo que podría llevar a su ralentización».
«La construcción, el transporte, los materiales… la subida de los combustibles también aumenta el coste de puesta en marcha de las renovables»
Rodrigo Irurzun, portavoz de energía de Ecologistas en Acción
En coyunturas como la actual, Irurzun condiciona el potencial de negocio renovable a una operación matemática: que la eficiencia energética, la reducción de emisiones y el resto de ventajas del espectro de la energía ‘verde’ logre amortizar el encarecimiento de su implantación. «Hablamos de aspectos como la construcción de las instalaciones, el transporte, los componentes, los materiales… Con la subida de los combustibles, el coste de las renovables también aumenta».
GASOLINA CARA, PRECIOS ‘INFLAMADOS’
El embudo en la provisión de petróleo, como era de esperar, se ha trasladado a un alza sostenida en los precios de la gasolina durante el presente año, que se ha intensificado durante la temporada veraniega. A fines de agosto, la gasolina Euro-super 25 alcanzó los 1.721,04 euros por cada 1.000 litros frente a los 848.17 del 26 de junio, mientras que el gasoil había crecido hasta los 1.612,26 euros desde los 812.23 de dos meses antes. Subidas del 50,73% y el 49,63%, respectivamente.
El coste de la vida ha acusado, y mucho, la carestía de este suministro clave: la Inflación anual estimada del Índice de Precios al Consumo (IPC) del octavo mes del año fue del 2,6%, un incremento del 0,3% desde el 2,3% registrado en julio y un 0,7% respecto al 1,9% de junio. Todo un incendio al que los titanes de la OPEP, cortando el grifo del petróleo, han echado gasolina.