A veces la simple vuelta a la rutina nos ayuda a perder este peso extra; sin embargo en otras ocasiones, especialmente en caso de tener un empleo sedentario, estos kilos parecen instalarse definitivamente en nuestro cuerpo. Ejercicios tan sencillos como caminar nos permiten librarnos de ellos fácilmente.
3Consejos para comenzar a caminar
Puede parecer sencillo para muchos, pero instalar una rutina diaria para caminar a veces es mucho más complicado de lo que parece. La falta de tiempo es uno de los obstáculos más comunes, así como el dolor físico o determinadas patologías.
Por ello se recomienda comenzar poco a poco, tal y como haríamos con cualquier otra actividad física. No conviene empezar con largas caminatas, pues esto sólo fomentará la creación de lesiones y nos hará sentir una gran frustración. Podemos iniciarnos con una media hora diaria, o 20 minutos en caso de llevar una vida muy sedentaria. Poco a poco podemos ir aumentando hasta llegar a una hora u hora y media.
Es importante encontrar el momento adecuado para ello. Si nos lo podemos permitir, comenzar el día caminando es una idea estupenda, pues estimula nuestro cuerpo y mente y nos ayuda a mantenernos activos el resto de la jornada. Otro momento perfecto es después de cenar, ya que favorece una buena digestión y propicia un mejor descanso.
Una vez encontremos el horario ideal para nosotros, nos será más fácil establecer los paseos como una rutina. De poco servirá caminar dos o tres horas un día y abandonar la actividad el resto de la semana; lo más recomendable es caminar un rato todos los días.
Por otro lado, forzar el cuerpo cuando se siente dolor es muy, pero que muy mala idea. Cada persona debe encontrar su ritmo apropiado e ir aumentándolo poco a poco. Paciencia, no tengas prisa. Hay que progresar de manera constante y evitando siempre las lesiones. Puedes pararte a descansar cuando lo creas necesario.
Por último, conviene estirar un poco los músculos antes de salir a caminar. Bastará con unos leves ejercicios de estiramiento para prevenir los daños musculares, eso sí, siempre con mucha cautela.
