Las vacaciones tienen muchas cosas positivas. Son un periodo imprescindible para recargar pilas, reducir el estrés, disfrutar de estímulos y experiencias nuevas y en definitiva, experimentar un mayor nivel de felicidad y bienestar. Sin embargo, esta felicidad es efímera y temporal, ya que suele desaparecer en cuanto regresamos a la rutina diaria. En algunos casos, incluso el desánimo puede ser tan intenso, que podemos sentir una pequeña depresión temporal.
Evidentemente, no vamos a renunciar a unas felices vacaciones para evitar esta caída del ánimo posvacacional. Lo que sí podemos hacer es aplicar algunas estrategias que pueden ayudar a mitigar esa sensación tan desagradable después haber pasado unas semanas haciendo exclusivamente las cosas que más nos gustan.
5HACER PLANES
Regresar de viaje y sumirse exclusivamente en la rutina, no es buena idea. Es conveniente para la salud mental y emocional tener planes de ocio para la vuelta de las vacaciones. Apuntarse a clases de baile, quedar con amigos, redescubrir la ciudad, hacer la merienda en un parque, aprender recetas nuevas, visitar los museos… Para mantener un estado de ánimo positivo hay que seguir disfrutando de momentos de placer y diversión.