La cantidad de agua que una persona necesita puede variar según diferentes factores, como la edad, el nivel de actividad física, el clima y la salud en general. La recomendación general de beber cuando se tenga sed es una guía útil para la mayoría de las personas. El cuerpo humano tiene mecanismos reguladores para indicar cuándo es necesario hidratarse, y la sed es uno de esos mecanismos. Consumir un exceso de agua puede tener efectos negativos y, en situaciones extremas, dar lugar a la hiponatremia, una disminución de los niveles de sodio en la sangre. No obstante, la ingesta de tres litros de agua está considerablemente lejos de ser una cantidad perjudicial, que se considera a partir de los 20 litros diarios en una persona en buen estado de salud.
8MEJORA LA DIGESTIÓN Y LA FUNCIÓN INTESTINAL
El agua es esencial para la digestión adecuada y el funcionamiento de los órganos digestivos. Ayuda a suavizar los alimentos y los descompone en sustancias más pequeñas, lo que facilita su absorción y la eliminación de productos de desecho. También ayuda mantener las heces en un estado adecuado de hidratación. Cuando las heces están bien hidratadas, son más suaves y fáciles de pasar, lo que puede prevenir el estreñimiento y facilitar los movimientos intestinales regulares.