La cantidad de agua que una persona necesita puede variar según diferentes factores, como la edad, el nivel de actividad física, el clima y la salud en general. La recomendación general de beber cuando se tenga sed es una guía útil para la mayoría de las personas. El cuerpo humano tiene mecanismos reguladores para indicar cuándo es necesario hidratarse, y la sed es uno de esos mecanismos. Consumir un exceso de agua puede tener efectos negativos y, en situaciones extremas, dar lugar a la hiponatremia, una disminución de los niveles de sodio en la sangre. No obstante, la ingesta de tres litros de agua está considerablemente lejos de ser una cantidad perjudicial, que se considera a partir de los 20 litros diarios en una persona en buen estado de salud.
5MEJORA EL SISTEMA INMUNITARIO
El agua es esencial para el transporte de nutrientes y la eliminación de desechos, lo que puede fortalecer el sistema inmunológico y su capacidad para combatir enfermedades. El sistema linfático es parte integral del sistema inmunológico. Transporta líquidos, nutrientes y células inmunitarias a través del cuerpo. Por eso, mantenerse hidratado asegura que el sistema linfático pueda funcionar correctamente, facilitando la respuesta inmunológica.