La cantidad de agua que una persona necesita puede variar según diferentes factores, como la edad, el nivel de actividad física, el clima y la salud en general. La recomendación general de beber cuando se tenga sed es una guía útil para la mayoría de las personas. El cuerpo humano tiene mecanismos reguladores para indicar cuándo es necesario hidratarse, y la sed es uno de esos mecanismos. Consumir un exceso de agua puede tener efectos negativos y, en situaciones extremas, dar lugar a la hiponatremia, una disminución de los niveles de sodio en la sangre. No obstante, la ingesta de tres litros de agua está considerablemente lejos de ser una cantidad perjudicial, que se considera a partir de los 20 litros diarios en una persona en buen estado de salud.
3LIBRES DE TOXINAS
Consumir unos 3 litros de agua al día contribuye a la eliminación de bacterias y toxinas atrapadas en el organismo. La investigación sugiere que al aumentar la ingesta de agua, los riñones trabajan para eliminar desechos y toxinas, que a menudo son procesados por el hígado. El agua actúa como un solvente que diluye las sustancias en el cuerpo. Esto incluye productos de desecho y toxinas que se acumulan en el torrente sanguíneo y en varios sistemas del cuerpo. Cuando bebes agua, estas sustancias se disuelven en el agua y pueden ser eliminadas con mayor facilidad.