Los atascos en carretera se originan cuando la cantidad de automóviles en circulación supera la capacidad de la vía. Esta capacidad se estima en alrededor de 2.000 vehículos por hora para un carril de autopista y 1.500 para carreteras convencionales. Las congestiones de tráfico provocan un elevado nivel de tensión emocional en los conductores. El acto repetido de acelerar y frenar exige una atención constante para evaluar en todo momento la distancia respecto a otros vehículos. En estas circunstancias no podemos conducir de forma automática como solemos hacer durante la mayoría del tiempo; al contrario, tenemos que hacerlo de forma muy consciente y con la máxima concentración, y esto hace que el agotamiento aumente.
2AGOBIARSE EN UN ATASCO ES NORMAL
Experimentar incomodidad, molestia y ansiedad durante una retención de tráfico es completamente normal y comprensible. En esta situación, las personas se sienten atrapadas en una circunstancia antinatural, con la sensación de que sus vidas están siendo controladas por el entorno y que no pueden actuar como desean. La experiencia se vuelve más complicada cuando tenemos prisa o debemos llegar a un lugar a una hora concreta.
Es común que la agresividad aparezca en forma de bocinazos, gritos o insultos. La ansiedad y el estrés también desencadenan síntomas físicos como irritabilidad, aumento de la frecuencia cardíaca, tensión muscular, sequedad en la boca, temblores, dificultad para respirar y palpitaciones. Debido a esto, la Dirección General de Tráfico (DGT) subraya la importancia de controlar tanto el cuerpo como el comportamiento para evitar que las sensaciones durante una retención empeoren aún más.