Los lagos y lagunas son destinos bastante habituales entre quienes buscan disfrutar de un respiro refrescante en mitad de la naturaleza. En España, contamos con un montón de lagos varían en tamaño y forma, algunos de ellos incluso son auténticas piscinas naturales debido a la claridad de sus aguas. Sin embargo, lo que hace verdaderamente especial a ciertos lagos es su particularidad en cuanto a color. En su mayoría, las aguas presentan tonalidades cristalinas, verdosas o marrones, influidas por diversos factores, incluyendo la presencia de algas, materia orgánica y vida acuática.
4LAGO TURQUESA DEL MONTE NEME
Entre Carballo y Malpica de Bergantiños, en A Coruña, se encuentra un lago sorprendente con un color turquesa que puede incitar al baño. Así ocurrió en 2019, cuando numerosos grupos de viajeros decidieron sumergirse en sus aguas para lograr la mejor foto para su cuenta de Instagram, a pesar de las advertencias y prohibiciones expresas en la zona. Aunque las aguas turquesas sean muy tenntadoras, el acceso y el baño en este lago no están permitidos debido a su toxicidad. El contacto con las aguas de este bonito lago puede provocar problemas de salud, como irritación de la piel y vómitos, tal como experimentaron algunos de los instagramers.
El llamativo color del lago se debe a la alta concentración de sílice en el tipo de roca en el que se formó. Sin embargo, el sílice en sí no es el factor tóxico. Un ejemplo similar se encuentra en Islandia, donde hay una popular laguna con el mismo color, compuesta principalmente de sílice, y que sí permite el baño. La toxicidad del lago en Monte Neme se deriva de su ubicación en una antigua mina de wolframio. Tras el cierre de la mina, el área no fue gestionada adecuadamente y el agua de lluvia se acumuló en los alrededores, formando el lago con su característico color.