¿A quién no le gustan las patatas bravas? En el mundo de la gastronomía, hay platillos icónicos que despiertan pasiones y deleitan paladares en todo el mundo. Las patatas bravas, un clásico aperitivo español, no son la excepción. Estas deliciosas y crujientes patatas, bañadas en una salsa picante llena de sabor, son un favorito en bares y restaurantes.
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1. Pelamos las patatas cuidadosamente y las cortamos en trozos irregulares, adecuados para un solo bocado.
2. Calentamos aceite de oliva en una sartén y freímos las patatas a fuego medio hasta que empiecen a dorarse. Aunque algunos prefieren cocer las patatas brevemente antes de freírlas, este paso no es necesario.
3. Escurrimos las patatas sobre papel absorbente y las cubrimos con moderación con 3 cucharadas soperas de salsa brava, dejándolas parcialmente cubiertas, como se muestra en la imagen principal.
4. Espolvoreamos las patatas con un toque de perejil picado y las servimos bien calientes. Además, podemos ofrecer salsa brava adicional aparte para aquellos que deseen más intensidad en el sabor.
5. Aunque es cuestión de preferencia, se recomienda no mezclar estas auténticas patatas bravas con salsa alioli, manteniendo la esencia original de la receta.