En verano es difícil resistirse a la tentación de un vaso refrescante de agua con hielo, especialmente cuando buscamos un alivio en esos días de calor intenso. Aunque los refrescos y las bebidas alcohólicas puedan parecer atractivos, los profesionales médicos siempre aconsejan optar por el agua como la mejor opción para mantenernos hidratados. Sin embargo, también debemos tener presente que, incluso en el caso de la bebida más natural que existe, se deben tener en cuenta ciertos consejos y precauciones para un consumo adecuado y saludable.
6INFUSIONES CON LAS COMIDAS
En las culturas orientales, se tiene una clara comprensión de los posibles efectos negativos del agua fría. Por esta razón, la tradición sugiere acompañar las comidas con té caliente. La medicina ancestral de estas culturas sostiene que la combinación de alimentos calientes con líquidos fríos puede provocar un desequilibrio perjudicial para el organismo.
No obstante, no todo es desfavorable en relación con el agua fría. Es cierto que su consumo resulta muy refrescante en el momento así que podemos aprovechar ese beneficio de forma puntual, por ejemplo durante la práctica de ejercido físico prolongado, cuando necesitamos regular la temperatura corporal y prevenir el sobrecalentamiento.