En verano es difícil resistirse a la tentación de un vaso refrescante de agua con hielo, especialmente cuando buscamos un alivio en esos días de calor intenso. Aunque los refrescos y las bebidas alcohólicas puedan parecer atractivos, los profesionales médicos siempre aconsejan optar por el agua como la mejor opción para mantenernos hidratados. Sin embargo, también debemos tener presente que, incluso en el caso de la bebida más natural que existe, se deben tener en cuenta ciertos consejos y precauciones para un consumo adecuado y saludable.
2DOLOR E HINCHAZÓN DE ESTÓMAGO
Si bien algunas personas pueden consumir agua fría sin experimentar inconvenientes, es fundamental reconocer los posibles efectos adversos que podrían surgir. Además, no debemos confiarnos: el hecho de que nunca te haya sentado mal beber agua casi helada, no significa que de un día para otro tu organismo empiece a resentirse ante este hábito. Ingerir agua fría durante las comidas podría generar molestias estomacales.
Esto se debe a que ciertos alimentos al entrar en contacto con agua fría tienden a expandirse, incrementando el volumen del estómago y posiblemente causando hinchazón. Además, los alimentos ricos en grasas tienen la tendencia a solidificarse cuando se combinan con agua fría, y esto puede dificultar la adecuada digestión del proceso.
