Bruselas ‘abandona’ la carne de laboratorio

La carne de laboratorio se desarrolla a partir del cultivo de células animales y no mediante la cría y la matanza tradicional. No se trata de una imitación de la carne elaborada con otros ingredientes como las hamburguesas vegetales que son las que se elaboran con proteínas vegetales.

Por el momento, hay unas 60 empresas de nueva creación que pretenden producir y vender carne cultivada y no solo de vacuno, también de pollo, mariscos y canguro, entre otras. La primera vez que se presentó este tipo de carne al mundo fue con una hamburguesa de carne de vacuno cultivada en agosto de 2013. La carne fue desarrollada por un equipo dirigido por Mark Post de la Universidad de Maastricht.

Que la carne de laboratorio sea tema del año es porque para el año 2050 se espera que la población mundial aumente hasta alcanzar los 9.770 millones de personas, esto significa que va haber mucha más necesidad de alimentos, pero a la vez más desechos. Según la organización, Global Footprint Network, la solución para atender a esta demanda es que la producción alimentaria deberá de aumentar entre un 50% y un 60% mientras se enfrenta a la progresiva degradación del medioambiente.

LA RESPUESTA DE BRUSELAS A LA CARNE DE LABORATORIO

La Comisión Europea actualmente no considera que tenga que imponer un mayor control legislativo sobre las carnes que están creadas en laboratorios. Dicen que estás carnes contaminan menos que las tradicionales. La CE tras las sugerencias de algunos eurodiputados que estaban alertando la necesidad de que se revisase la normativa han visto como desde Bruselas han rechazado su petición.

A día de hoy, la Unión Europea no permite la comercialización de alimentos a base de células, porque para que esto sea posible estos productos deben haber tenido una evaluación positiva por parte de la EFSA. Y después las empresas que quieran vender este nuevo alimento deberán solicitar una autorización a la Comisión Europea. Hay países como Italia que han mostrado su rechazo a estos productos y han aprobado un proyecto de ley para prohibir la venta de carne sintética.

Sin embargo, otros países como en Singapur son pioneros en comercializar este tipo de productos, y ya en los lineales de los supermercados del país ya cuentan con hamburguesas de laboratorio. Estados Unidos ya tiene empresas que cuentan con la autorización para vender pollo de laboratorio.

Bruselas ‘abandona’ la carne de laboratorio
Bruselas ‘abandona’ la carne de laboratorio

LA REACCIÓN DE LOS GANADEROS

Que se opte por la carne de laboratorio implica que se pueda llegar a prescindir de la carne de animal dejando así a los ganaderos en una situación complicado. Una de las cosas que más molesta al sector es que teniendo en cuenta que, al no ser producto de origen animal, no debería de seguir siendo llamado carne.

Un estudio de la ‘Oxford Martin School’ dejó en claro que, si se piensa en serio que el cultivo de carne a partir de células animales es una opción, se deberán minimizar en extremo el uso de energía y evitar combustibles fósiles para que este tipo de producción tenga un impacto menor en el clima.

La carne cultivad puede sufrir contaminación microbiológica como cualquier otro alimento. Por eso, es esencial detectar riesgos y poner medidas y soluciones. Un problema que se hace presente ya que existen diferentes riesgos sanitarios asociados a este proceso. La FAO y las Naciones Unidas (OMS) ha determinado que existen fuentes potenciales de peligros asociados a la salud que pueden ocurrir durante la obtención de células, su crecimiento y producción, y el posterior procesado de alimentos.

El panel técnico destacó que los planes de aseguramiento de la inocuidad de los alimentos también deberían prestar mucha atención al uso de materiales, insumos, ingredientes y equipos que pueden ser específicos para la producción de alimentos basada en célulasSin embargo, aunque tales aplicaciones pueden ser nuevas, los expertos informan que las medidas preventivas existentes y las herramientas de garantía de seguridad serán aplicables para controlar tales peligros.

Desde FAO y OMS se establece que es preciso tener un control de los riesgos potenciales y trabajar en otros aspectos esenciales para el éxito de estos productos. Deberán de establecer una normativa homogénea, unificar los términos para denominar estos productos (carne cultivada, de laboratorio, artificial…). A parte de adoptar unos criterios comunes para que se dé un correcto etiquetado.