Este verano está siendo uno de los más calurosos, así que siempre apetece comerse unos helados. Sin embargo, muchos helados que venden en las tiendas engordan y tienen una gran cantidad de azúcar, haciendo que estén prácticamente prohibidos si se quiere cuidar la línea para la playa.
Por suerte, todavía se puede comer un helado sin necesidad de engordar. Lo vamos a demostrar con estas recetas caseras muy fáciles de hacer y con las que te vas a chupar los dedos, ya que todas ellas tienen un gran sabor. No te las puedes perder si quieres endulzar tu día sin añadir calorías.
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6Helado de vainilla y fresa
Dentro de los helados, los de vainilla y fresa son de los más populares por su sabor y su textura. Lo bueno es que se pueden hacer fácilmente en casa y sin engordar. Para ello, solamente necesitas vainas de vainilla, fresas limpias, edulcorante y un poco de zumo de limón.
Se trata de licuar el zumo de limón, las fresas y el edulcorante, para después añadir las semillas de la vainilla y volver a licuar de nuevo. Una vez que esté hecho, hay que congelarlo durante una hora, sacándolo para batirlo de nuevo, con el fin de romper los cristales de hielo y siga siendo cremoso. Durante 4 horas tendremos que repetir el proceso cada hora, haciéndolo también justo al terminar para que quede aún más cremoso. Finalmente, solo quedaría decorar al gusto con hojas de menta y servirlo.