El verano ha llegado y con él llega el buen tiempo, las playas, las vacaciones y el sol. Pero también nos acompañan los mosquitos, cuyo zumbido se convierte en la banda sonora de las noches más calurosas. Sus picaduras provocan incómodos bultos que se hinchan, se enrojecen y nos obligan a rascarnos constantemente. Es común encontrar personas que son más propensas a sufrir picaduras de mosquitos y otros insectos. Incluso dentro de una misma familia, es frecuente que haya un miembro que atraiga la mayoría de las picaduras, mientras que el resto solo experimenta estas molestias de vez en cuando.
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Las mujeres embarazadas pueden ser más propensas a sufrir picaduras de mosquitos. Durante el embarazo, se producen diversos cambios hormonales en el cuerpo de la mujer, lo que puede influir en la respuesta del sistema inmunológico y en la producción de sudor.
Algunos estudios sugieren que los mosquitos pueden sentirse atraídos por el olor específico del sudor de las mujeres embarazadas. Se cree que las hormonas y otros compuestos químicos presentes en el sudor pueden actuar como señales que atraen a estos insectos. Además, el aumento de la temperatura corporal y el mayor flujo sanguíneo durante el embarazo también pueden contribuir a que las mujeres embarazadas sean más atractivas para los mosquitos.
