Ubicado en el lado sur del glorioso Mar Mediterráneo, Sitges es una encantadora ciudad histórica catalana situada al oeste de Barcelona. Incorporando hermosos paisajes costeros y edificios tradicionales, esta exótica localidad ha sido durante mucho tiempo un lugar favorito para los artistas locales, atrayendo a visitantes de todas partes del mundo que se sienten atraídos por la rica cultura, historia y arquitectura de la zona. Esta joya costera de la Costa Dorada se ha convertido en un destino fascinante para los aventureros que quieren evadirse de la rutina de la ciudad y sumergirse en su agradable ambiente bohemio.
Recorriendo la ciudad descubrirás una acumulación de edificios únicos que exhiben una diversidad arquitectónica, desde prácticas vernáculas hispano-catalanas hasta algo que se parece mucho a una obra de arte. Sitges conserva aún el pasado histórico de los monasterios y antiguas fundaciones religiosas españolas, como la Parroquia de Sant Bartoleá y Santa Tecla del siglo XVII, con sus fachadas ricas en talles estilizados y esculturas. Además, la ciudad abarca una famosa zona llamada “Bodegons”, con más de cien mesas al aire libre de los alrededores donde se sirven platillos típicos catalanes.
1La sabrosa gastronomía de Sitges
Los artistas, aventureros y visitantes peregrinos de Sitges entran a la ciudad gozando de la exuberancia de una variedad de comidas típicas españolas. Sitiado con calles llenas de restaurantes cubiertos de buganvillas, los visitantes se sorprenden de la diversidad culinaria de la ciudad. Los platos tradicionales incluyen paella, un plato típico a base de arroz, mariscos y otros tipos de carne, y variedades de pescado como el sandunga, una creación gastronómica única popular en la misma ciudad de Sitges.
Pero uno no puede visitar Sitges sin probar los típicos pasteles españoles hechos de almendra. Estos son servidos en varios cafés de la ciudad como Escribà, La Rambla o El Fornet, donde los visitantes la mayoría de las veces se encuentran con sus amigos y familia disfrutando de los deliciosos postres de almendras, un símbolo notable de la ciudad y una de las principales atracciones.
Además, los viajeros pueden disfrutar de un ambiente único e informal en la mayoría de los restaurantes modernos de la ciudad, donde las conversaciones sobre la vida cotidiana son la norma y la amabilidad de los lugareños es frecuente. Esta es una de las razones principales por las que los turistas se sienten atraídos por el lado bohemio de Sitges.