Es importante incluir legumbres en nuestra dieta durante todo el año, ya que aportan numerosos beneficios para nuestro organismo y son versátiles y fáciles de cocinar. Sin embargo, en nuestro país se ha observado un descenso del 60% en el consumo de legumbres, situándose por debajo de las cantidades diarias recomendadas. Según datos del Mapama (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación), la ingesta actual por habitante al año es de 3,1 kg, desglosada en 1,25 kg de garbanzos, 0,93 kg de alubias y 0,93 kg de lentejas.
9GARBANZOS Y FLATULENCIAS

Muchas personas rechazan las legumbres porque les provocan gases. A diario, nuestro organismo produce aproximadamente un litro de gases, los cuales son generados por las bacterias presentes en nuestro intestino. Cuando consumimos legumbres, este volumen de gases se incrementa, ya que la actividad bacteriana se multiplica.
Este aumento se debe a que las legumbres contienen una gran cantidad de sustancias que nuestro cuerpo no puede digerir, porque carecemos de las enzimas necesarias para convertirlas en azúcares asimilables. En su mayoría, estos compuestos son un tipo de carbohidratos llamados oligosacáridos, específicamente la rafinosa y la estaquiosa. Estos carbohidratos llegan al intestino grueso sin ser modificados. Sin embargo, si incluimos legumbres de forma habitual en nuestra dieta, el intestino estará mejor preparado con las enzimas necesarias para degradar todos los compuestos de forma eficiente y sin molestias.