El continente europeo sigue viendo con cierta suspicacia a la nueva tecnología. Le ha pasado a Google con el lanzamiento de su ‘Bardo’ que debía competir con ChatGPT, el famoso Chatbot de OpenIA, y ahora parece que la nueva opción de microblogging, el Threads de Meta, que espera competir con Twitter y destronar la plataforma dirigida por Elon Musk.
Pero las regulaciones europeas, especialmente aquellas relacionadas con la privacidad, han dejado por fuera varios proyectos de este tipo, lo que le ha permitido a las empresas ya establecidas en la unión mantener una parte importante de su fuerza en el mercado y de su influencia entre los usuarios. De hecho probablemente nadie duerma tan bien como el propio Musk al ver que la nueva opción de Mark Zuckerberg no tiene permiso de funcionar en el Viejo Continente, después de todo se puede ahorrar los 100 millones de usuarios que probaron la nueva actualización.
Pero no es la única mala noticia para la nueva apuesta del fundador de Facebook. Según los datos del portal ‘SimilarWeb’ después de que se dispararan los usuarios de la nueva red en sus primeros días han seguido cayendo en picada, mientras que el total de Twitter se mantiene estable, aunque Musk insiste en que está teniendo perdidas económicas. De todos modos se trata una situación complicada para Threads y sobre todo para Meta, que tras no ser capaz de atraer usuarios a su metaverso parece sumar otro fallo seguido.
Pero es que seguramente poder funcionar en la Unión Europea sería un salvavidas importante pare el proyecto. No es solo que es un territorio con una idiosincrasia diferente, sino que es una base de usuarios que ha mostrado en ocasiones cierta inconformidad con Twitter, y con TikTok, incluso de parte de los gobiernos, por la influencia que se percibe en estas instituciones.
THREADS NO CONSIGUE SER LA ‘KILLER APP’ DE TWITTER
Aunque probablemente todavía sea demasiado pronto para cantar victoria no deja de ser llamativo que Meta no pueda competir directamente con Twitter. Es que en el pasado han sabido pasar por encima de competidores como Snap Chat o las aplicaciones de chats que han intentado hacer frente a Whatsapp, además de devorar a predecesores como My Space o competidores como Tumblr. Pero desde que la empresa de microblogging apareció en el mapa ha sido una piedra en el zapato.
Al mismo tiempo había motivos para pensar que este era el momento para ir de frente contra la red del pajarito azul. Desde que fue adquirida por Elon Musk, quien ha trabajado para «reducir la censura» en la misma ha recibido críticas por permitir lenguaje de odio, un aumento de los fake news y por simplemente ser más complicada de navegar, además de haber roto el sistema de verificación, herramienta importante para el uso de la plataforma por parte de periodistas.
De todos modos tampoco es como si Threads fuese la primera herramienta que intentaba suplantar a Twitter. Casos como el de Mastodon y Hive muestran lo complicado que es mudar a los usuarios de un espacio en el que están acostumbrados a estar, y donde han creado comunidades de seguidores con intereses similares. De momento solo Bluesky, irónicamente creada por el propio Jack Dorsey, ha podido ganar su propio espacio.
EL FUTURO DE LAS REDES SOCIALES SIGUE CAMBIANDO
Aunque de momento Threads no haya conseguido destronar a Twitter no quiere decir que no seguiremos viendo cambios en este tipo de plataformas. Al mismo tiempo viendo como el propio Musk sigue estirando la cuerda en cuanto a los cambios y limitaciones que pueden soportar sus propios usuarios es posible que la misma se rompa en algún momento, y alguien tendrá que atrapar a los usuarios que busquen un nuevo hogar. Si bien TikTok ha sabido crearse un espacio el mundo del texto sigue siendo importante.
De todos modos es un proceso que hay que seguir de cerca. El futuro del mundo digital parece seguir siendo tan impredecible como cuando internet hizo su primera irrupción, en cualquier caso al menos esa sigue siendo la realidad de las empresas que hacen vida en la web. Aunque muchos de estos experimentos fallen solo se necesita uno que atrape a los usuarios para que la plataforma empiece a tener problemas, al menos en cuanto a opinión pública.