Las reformas tienen un periodo de tiempo breve o largo que muchos propietarios de viviendas llevan a cabo por necesidad o por deseo. Suponen un ruido no complaciente, difícil de aguantar, especialmente si se trata de una obra ajena.
La actividad de reformas de vivienda caerá un 6,2 % este mismo año, según la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac). En 2022 tuvo un crecimiento del 3,2%. La subida de los tipos de interés y la caída del consumo interno han tenido gran influencia.
RENTABILIDAD DE LAS REFORMAS
Reformar la vivienda supone aumentar su valor y dar una cara nueva. La mayoría de los compradores prefieren las de obra nueva por encima de las usadas. Por este motivo, si tienes la intención de vender, es más probable venderla si está mejor equipada que las de alrededor.
Según un estudio de La Vanguardia, 8 de cada 10 compradores buscan viviendas ya reformadas. Es más cómodo y así se evitan hacer las obras y a la hora de conceder la hipoteca el valor será más elevado y el préstamo ofrecido será mayor.
Una vivienda reformada ubicada en Madrid se revaloriza de media un 35% más que una sin reformar. En Barcelona supera esta cifra y se eleva hasta el 42%.
El precio medio de reforma parcial oscila entre los 300 y 350 euros por m². La rentabilidad obtenida en Barcelona sería de 178 euros por m², mientras que en Madrid se reduce a la mitad (88 euros por m²)
Si se trata de una reforma integral, el precio alcanza los 600 y 650 euros por m². En Barcelona la rentabilidad media de la realización de este proceso se sitúa en 511 euros por m² y en Madrid de 308 euros por m². A pesar de que se revaloriza la vivienda, sigue teniendo un valor inferior a la obra nueva.
ANTES DE PONERNOS MANOS A LA OBRA
Es necesario saber que dependiendo del tipo de obra que se realice el permiso varía. Según el Real Decreto 2187/1978, por el que se aprueba el Reglamento de Disciplina Urbanística para el desarrollo y aplicación de la Ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana, señala que toda intervención que implique la modificación de la estructura de la vivienda, una alteración de su distribución o de su superficie, requiere de una licencia mayor.
Implica la necesidad de presentar un proyecto de obra firmado por un profesional. Será el ayuntamiento quien analice las solicitudes de licencia de obra y determine su categoría antes de entregar el permiso. Antes de intervenir, lo mejor es acudir a la administración local, porque cada uno tiene sus propias normativas.
Se consideran aquellas como la rehabilitación integral de un inmueble, la ampliación de su altura o las obras que afecten a espacios comunes de un edificio como fachadas, escaleras y tejados. Otras obras pueden ser algunas como tirar un tabique para hacer más grande el salón, o cerrar la terraza.
Las de licencia de obra menor son las que no suponen una modificación en la estructura de la vivienda. Como, por ejemplo, instalar calefactores, reemplazar la instalación eléctrica, cambiar una ventana o una puerta.
Actualmente, es posible hacer la solicitud del permiso a través de la web o sede electrónica de cada ayuntamiento. Es necesario contar con toda la documentación para poder optar a la licencia, también hay que responder un cuestionario relacionado con las remodelaciones para facilitar el trámite.
DOCUMENTACIÓN
Se quiere una serie de documentación para poder realizar la obra. Cada ayuntamiento varía, pero hay una serie de documentos esenciales que comparten todos los municipios de España.
- Fotocopia del DNI o NIF.
- El plano del emplazamiento.
- El modelo de la solicitud correspondiente.
- La copia del ingreso de autoliquidación de la tasa e impuesto.
- La dirección del lugar de la construcción.
- La memoria que describe las remodelaciones que se realizarán, para que la administración pueda calcular el plazo de caducidad de la licencia.
- El presupuesto con partidas, como el realizado por un técnico.
- El justificante o título de la propiedad, con el fin de confirmar que se poseen plenos efectos sobre la misma.
El plazo de espera depende de cada ayuntamiento, pero aproximadamente puede ser aprobado en varias horas o un máximo de tres días. La consecuencia de una denuncia por no solicitar la correspondiente solicitud puede ser un expediente disciplinario e incluso una multa. Las sanciones están establecidas por la Ley de Suelo. Todo depende de la gravedad del asunto.
MEJOR ESTAR INFORMADO
Las reformas en la vivienda pueden suponer un problema. Si no nos informamos antes de realizarlas, podemos vernos con un serio problema. Cada ayuntamiento será el encargado de proporcionar toda la información necesaria. No hay que dudar en preguntar para cerciorarse de que no estamos cometiendo una ilegalidad. Antes de ponernos manos a la obra, primero hay que pensar qué necesitamos.