JP Morgan Chase, el mayor banco de Estados Unidos por activos, ha sabido sacar partido a la actual crisis económica y cerró el segundo trimestre del año con un beneficio neto de 14.472 millones de dólares (unos 12.944 millones de euros), lo que supone un incremento del 67,3% respecto de las ganancias del mismo periodo de 2022, según ha informado la propia entidad.
Los resultados de la entidad dirigida por Jamie Dimon reflejan el impacto de las subidas de los tipos de interés, con un crecimiento del 44% de los ingresos por intereses netos, hasta 21.779 millones de dólares (19.480 millones de euros) en el trimestre. Esta subida de los tipos de interés pilló en fuera de juego a otros bancos americanos pero ha sido aprovechada totalmente por JP Morgan.
En este sentido, JP Morgan espera concluir el ejercicio con ingresos por intereses netos de alrededor de 87.000 millones se dólares (77.816 millones de euros), elevando así en un 7,4% su anterior previsión de unos 81.000 millones de dólares (72.449 millones de euros), unas cifras alejadas al alza de las que los propios analistas pronosticaron para el banco estadounidense.
En total, los ingresos netos del banco estadounidense entre abril y junio sumaron 41.307 millones de dólares (36.946 millones de euros), un 34,5% por encima de la cifra de negocio contabilizada por la entidad en el segundo trimestre de 2022.
En este sentido, las cifras de estos beneficios se complementan con la compra First Republic Bank, uno de los más afectados por la reciente crisis bancaria, cuyas acciones se hundieron el viernes en Wall Street un 40%, con un desplome acumulado este 2023 del 97%. La compra de este banco junto a las subidas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal Norteamericana son los principales elementos que han contribuido a las ganancias de JP Morgan, que una vez más ha vuelta a sacar provecho de una situación convulsa a nivel económico y mundial.
La entidad precisó que sus cuentas del segundo trimestre refleja un beneficio neto atribuible a First Republic de 2.400 millones de dólares (2.146 millones de euros), incluyendo una plusvalía estimada en la adquisición de 2.700 millones de dólares (2.415 millones de euros), junto con una provisión para pérdidas crediticias de 1.200 millones de dólares (1.073 millones de euros).
Por otro lado, las provisiones para hacer frente a impagos de su cartera de crédito fueron de 2.899 millones de dólares (2.593 millones de euros). Esto supone un incremento del 16,3% respecto del mismo periodo del año pasado. Esto refleja la precariedad y la dificultad de muchos estadounidenses a la hora de hacer frente a esta subida de los tipos de interés y afrontar créditos. Al cierre del segundo trimestre, la ratio de capital básico de máxima calidad CET1 de JP Morgan Chase era del 13,8%, frente al 12,2% de un año antes.
RESULTADOS SÓLIDOS A PESAR DE LA SITUACIÓN FINANCIERA A NIVEL MUNDIAL
«Presentamos otro trimestre de sólidos resultados», declaró Jamie Dimon, presidente y consejero delegado de JP Morgan Chase, quien destacó que casi todas las líneas de negocio experimentaron un crecimiento continuo en el trimestre.
De este modo, en el primer semestre de 2023 la entidad obtuvo un beneficio neto de 27.094 millones de dólares (24.234 millones de euros), un 60% más que un año antes, mientras que la cifra de negocio neta creció un 29,7%, hasta 79.656 millones de dólares (71.247 millones de euros).
De esta cantidad, un total de 42.490 millones de dólares (38.004 millones de euros) correspondieron a ingresos por intereses netos, un 47% más que en la primera mitad de 2022. Asimismo, la partida destinada a provisionar el riesgo de crédito aumentó un 102% en el semestre, hasta 5.174 millones de dólares (4.628 millones de euros).
La economía de EE.UU. continúa siendo resistente. Los balances de los consumidores se mantienen saludables y los consumidores están gastando, aunque un poco más lentamente», apuntó Dimon, añadiendo que, a pesar del ligero debilitamiento del mercado laboral, el crecimiento del empleo sigue siendo fuerte.
«Dicho esto, todavía existen riesgos destacados a la vista», advirtió en referencia a que los consumidores están agotando lentamente sus reservas de efectivo, la inflación subyacente sigue siendo obstinadamente alta, mientras que los déficits fiscales son grandes y la guerra en Ucrania continúa.