Investigadores de la Universidad de Londres establecen que una siesta diaria es muy beneficiosa para la salud y sobre todo para nuestro cerebro. Según un estudio que hicieron estos científicos a un grupo de personas, lograron detectar que una persona que duerme a la mitad del día de forma habitual, su cerebro es 15 centímetros cúbicos más grandes que el resto de las personas que no lo hacen, lo que además ayuda a retrasar el envejecimiento de 3 a 6 años.
La Doctora Victoria Garfield señala que la siesta debe tratar de llevarse a cabo incluso cuando el trabajo no lo permita, ya que tiene una gran cantidad de beneficios para la salud. Además se recomienda que las siestas sean de menos de 30 minutos y el realizar esta acción seguiría previniendo enfermedades como el Alzheimer.