Aunque el color natural de los dientes no es un blanco impoluto, como a menudo nos han hecho creer las estrellas de Hollywood, en ocasiones el esmalte dental puede amarillear en exceso. Existen diversos factores que contribuyen a que los dientes pierdan su color claro y se vuelvan opacos. Algunos alimentos pueden manchar el esmalte, que es la capa externa de los dientes, y la acumulación de placa también puede provocar un aspecto amarillento. Aunque no se trata de un problema grave, sí puede generar preocupación, a nivel estético y social. Los dientes son una de las primeras cosas que las personas notan, ya que reflejan nuestra salud y personalidad a través de la sonrisa.
2AGUA OXIGENADA
El peróxido de hidrógeno, conocido comúnmente como agua oxigenada, es un producto doméstico que se utiliza como desinfectante y que posee propiedades antibacterianas y blanqueadoras. Debido a estas características, se encuentra presente en muchos productos comerciales para el blanqueamiento dental. Una forma común de utilizarlo es como enjuague bucal.
Para ello, es necesario diluirlo con agua hasta obtener una solución al 1,5%. Es importante destacar que el peróxido de hidrógeno que se encuentra en las farmacias y tiendas suele tener una concentración entre el 3% y el 5%, y se ha comprobado que en concentraciones elevadas puede causar inflamación de las encías. Por eso se aconseja recomienda mezclar una parte de agua con una parte de peróxido de hidrógeno.