A pesar de que las tendencias en consumo, debido a la crisis económica, cada vez tienden más a centrarse en el ahorro, y no en la calidad de los productos, lo cierto es que cada vez son más los consumidores españoles que están concienciados en intentar cuidar su dieta y su alimentación. Una cuestión que también ha afectado a los zumos naturales; y es que cada vez son más los españoles que apuestan por el «zumo recién exprimidos» que ofrecen los supermercados. Un nuevo producto que, sin embargo, no siempre parece ser tan higiénico como podrían muchos usuarios imaginar.
La crisis económica está afectando gravemente a los bolsillos de todos los españoles. Esa es una realidad, tras la pandemia del coronavirus y la crisis provocada por la guerra de Ucrania, que pocos podrían negar actualmente. Una situación que no sólo hace que muchos hogares tengan difícil llegar a final de mes, sino que también está afectando a la alimentación de miles de españoles.
Así pues, muchos son los españoles que, en busca del ahorro, no han dudado en comparar los precios de los productos básicos en los principales supermercados, optando por los productos congelados y precocinados para ahorrar en la cesta de la compra, con más o menos éxito.
Una situación que, sin embargo, parece contradecirse con el afán de muchos españoles por intentar comer cada vez más sano, siendo muchos los influencers y famosos que han apostado por la alimentación sostenible, ecológica, y lo más natural posible, en un fenómeno que ya se conoce en las redes sociales como «real fooders». Consumidores de «comida real», mínimamente procesadas que, sin embargo, parecen estar expuestos a tener más de un «susto» a la hora de acudir al supermercado. En concreto, en su consumo de zumos recién exprimidos.
LOS ZUMOS RECIÉN EXPRIMIDOS, CON «SORPRESA»
Y es que varios consumidores han utilizado las redes sociales para mostrar su experiencia con este «zumo exprimido» del supermercado, que tan famoso se ha hecho en muchos de los centros de alimentación del país. Centros en los que, cada vez de forma más frecuente, se pueden encontrar máquinas de zumo recién exprimido al alcance de los compradores, que sólo tienen que escoger el envase del tamaño adecuado, y presionar un botón.
Un mecanismo sencillo que, sin embargo, no es tan higiénico como muchos podrían pensar. Una de las experiencias que más ha dado que hablar, es un mosquito dentro de uno de los envases que los consumidores usan para el zumo recién exprimido. Así pues, un usuario de las redes sociales ha querido compartir con el resto de la red su experiencia comprando este producto aparentemente ecológico y sano.
«Miren lo que me he encontrado en un zumo recién exprimido del supermercado Dia. Hay una mosca dentro, no me quiero ni imaginar como debe de estar la máquina. Esto es lo bien que limpian las máquinas, tela.» Este usuario ha querido expresar su disgusto y poner en el punto de mira lo higiénico que es tener una máquina de exprimir naranja en medio de un supermercado con riesgo de que puedan introducirse insectos.
Estamos hablando de un aparato que lo sitúan en medio de los pasillos de los supermercados y que es muy normal encontrar algún mosquito o mosca volando en el interior del establecimiento. Un riesgo que los supermercados no parecían haber detectado hasta ahora, teniendo como resultado algunas desagradables experiencias para los usuarios de estas dispensadoras.
LOS ENVASES DE PLÁSTICO, CADA VEZ MÁS POLÉMICOS
La creciente preocupación social por los efectos de los plásticos sobre la salud y sobre el medio ambiente, y el creciente interés por evitar los productos plásticos, llevan a tomar unas medidas que favorezcan el medio ambiente y a confirmar que si se puede vivir sin plástico. Unos plásticos que con la nueva moda de exprimir el zumo de naranja al momento en los supermercados, necesitan si o si usar estos envases para llevarse su producto.
En cuanto a los objetivos cuantitativos de reducción coinciden con los establecidos en la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, aplicados a este flujo de envases, y marca un objetivo para 2030 de reducción del 20% para las botellas de plástico de un solo uso respecto a los niveles de 2022.
El plástico debe de intentar en la mayor medida posible desaparecer, o que sea reciclable o biodegradable. Se están estableciendo unas medidas para aquellos productos de plástico de un solo uso que más frecuentemente aparecen en las caracterizaciones de las basuras marinas y a todos los productos de plástico fragmentable. Unas medidas que destacan la reducción, la sensibilización, marcado y ecodiseño de productos de plástico, teniendo en consideración las posibilidades que existen para su sustitución y alternativas existentes en el mercado.