En las últimas décadas, el mundo de los tatuajes se ha transformado por completo. Como si de estrellas de la música se tratase, hoy en día gente de edades muy variadas viajan para ser atendidos por un tatuador concreto, e incluso los más populares en redes sociales tienen sus propios patrocinadores.
Actualmente se estima que el porcentaje de personas tatuadas en todo el mundo ronda alrededor de un 30%. En el caso de España esta cifra ascendería hasta un 15% o un 20%, llegando hasta el 40% si únicamente nos centramos en los que tienen una edad comprendida entre los 16 y los 35 años. Ahora bien, el crecimiento de la popularidad de los tatuajes va inevitablemente unido al aumento de las personas que, más pronto o más tarde, desearían no habérselo hecho.
3Recomendaciones para conseguir los mejores resultados
Para minimizar los efectos negativos y asegurarnos un buen resultado, deberemos tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- No interrumpir el tratamiento. Es imprescindible acudir a todas las sesiones.
- Seguir a rajatabla las recomendaciones del dermatólogo. Siempre será necesario utilizar productos de higiene y cuidado específicos para la zona tatuada.
- Evitar la exposición al sol durante los siguientes tres meses.
No todos los tatuajes son fáciles de quitar
Ahora bien, la velocidad de eliminación de un tatuaje dependerá de diferentes factores que influirán en la facilidad de su curación.
- Color. Los colores oscuros (como el negro y el azul) se borran más fácilmente; en cambio, los tonos claros o más llamativos suelen conllevar más tiempo y sesiones para poder deshacerse de ellos.
- Antigüedad. Será bastante más sencillo y rápido eliminar dibujos antiguos, ya que, aunque se halle en capas más profundas de la piel, la tinta estará más degradada y se quebrará mejor ante la onda emitida por el láser.
- Calidad del tatuaje. Si está realizado por un verdadero profesional, la tinta presentará una penetración uniforme en la dermis, factor que influirá positivamente en su eliminación.
- Presencia de toxinas en el organismo. Es bien sabido que toxinas como la nicotina, el amoníaco o el cianuro de hidrógeno (todas presentes en el tabaco) dificultan la cicatrización de las heridas provocadas por el láser.
- Ubicación. Las zonas con una mejor circulación sanguínea como las extremidades, suelen ser más agradecidas a los tratamientos de eliminación con láser.