En las últimas décadas, el mundo de los tatuajes se ha transformado por completo. Como si de estrellas de la música se tratase, hoy en día gente de edades muy variadas viajan para ser atendidos por un tatuador concreto, e incluso los más populares en redes sociales tienen sus propios patrocinadores.
Actualmente se estima que el porcentaje de personas tatuadas en todo el mundo ronda alrededor de un 30%. En el caso de España esta cifra ascendería hasta un 15% o un 20%, llegando hasta el 40% si únicamente nos centramos en los que tienen una edad comprendida entre los 16 y los 35 años. Ahora bien, el crecimiento de la popularidad de los tatuajes va inevitablemente unido al aumento de las personas que, más pronto o más tarde, desearían no habérselo hecho.
2Cómo es el proceso de eliminación
El láser es sin duda el método más efectivo para eliminar completamente los tatuajes. Uno de los más utilizados es el láser ultrapulsado, el cual destruye los pigmentos mediante tiempos de disparo de milmillonésimas o billonésimas de segundo. El inconveniente de esta técnica es que nos dejará una pequeña herida en la piel que requerirá de cuidados específicos si no queremos que acabe convirtiéndose en futuras cicatrices o manchas.
Otros tipos de láser consisten en una fuente de luz, similares a las utilizadas en los procesos de depilación definitiva, pero con un efecto fotoacústico. A diferencia del anterior, este pulso actúa sólo sobre el pigmento y no daña el tejido cercano, sino que reduce la tinta a diminutas partículas que serán desechadas fácilmente por nuestro cuerpo.
A pesar de la gran efectividad obtenida con las distintas técnicas a base de láser, éste no podrá romper todas las capas pigmentadas en una sola sesión, sino que serán necesarias varias visitas a la clínica estética (entre dos y doce, aproximadamente). Además, deberemos tener en cuenta que es imprescindible reservar un tiempo de descanso entre sesiones para que la piel se recupere de la agresión a la que se le ha sometido.
En cuanto al precio, dependerá en gran medida del tamaño. Así, borrar un tatuaje pequeño puede estar en torno a los 200€, mientras que para un dibujo más grande puede llegar a 400€. Eso sí, en la mayoría de las clínicas especializadas nos ofrecerán bonos descuentos si adquirimos varias sesiones.